Irak.- Un general estadounidense acusa a la Guardia Revolucionaria iraní de entrenar a las milicias chiíes en Irak

Actualizado: domingo, 19 agosto 2007 16:42

BAGDAD, 19 Ago. (EP/AP) -

El general estadounidense Rick Lynch afirmó hoy que sus tropas están siguiendo a unos 50 miembros de la Guardia Revolucionaria iraní en los suburbios del sur Bagdad y la región adyacente. Este cuerpo de élite del Ejército iraní podría ser incluida en la lista de organizaciones terroristas estadounidense, según fuentes de Washington.

Los efectivos de esta organización iraní habrían cruzado la frontera y operarían en el sur de Irak para entrenar a las milicias chiíes, según el Ejército estadounidense.

"Sabemos que están aquí y también son nuestro objetivo", indicó Lynch, quien basó sus afirmaciones en informes de inteligencia que demostrarían la presencia de los iraníes en la región. No quiso dar más detalles y reconoció que no se ha detenido a ningún efectivo iraní en el territorio en el que opera. "Hay unos 50. Entran y salen. La frontera es permeable", indicó el general, cuya misión es impedir la entrada de armas y combatientes en la región de Bagdad.

Lynch aseguró que los extremistas chiíes y suníes han incrementado sus ataques este mes para intentar influir en el debate que tiene lugar en el Congreso estadounidense, que debe estudiar en septiembre un informe sobre los avances en Irak.

El general explicó que son los extremistas chiíes quienes están detrás del incremento de los ataques con explosivos de alta penetración, artefactos ensamblados en Irak a partir de piezas introducidas de contrabando desde Irán. También destacó un aumento de la efectividad de los cohetes iraníes lanzados contra bases militares estadounidenses.

Sin embargo, se ha registrado un descenso global de los ataques contra las fuerzas estadounidenses e iraquíes, así como contra los civiles, en el sur de Bagdad, pero el 46 por ciento fueron perpetrados por extremistas chiíes, indicó Lynch. "La diferencia real es que ahora tenemos que dedicar tanto tiempo a combatir a los extremistas chiíes como a los extremistas suníes", declaró.

Además, Lynch, manifestó su preocupación porque los ataques sean cada vez más efectivos gracias al entrenamiento iraní. Los iraníes utilizan viviendas y terrenos ubicados en lugares remotos para estos entrenamientos. Uno de estos campamentos ha sido destruido por las fuerzas de Lynch, explicó.

El general reveló también que el Ejército planea que haya seis controles más en la frontera irano-iraquí el próximo 1 de noviembre para ayudar a los 2.000 efectivos georgianos desplegados en la zona fronteriza a impedir el contrabando de armamento.

No se ha interceptado ningún camión con cargamento de armas en la frontera sur desde que comenzaran los controles intensivos, el pasado 20 de junio, pero espera que esto cambie con el incremento de la seguridad fronteriza. "Con los georgianos podemos establecer estos puntos de control. Podemos bloquear la influencia iraní", explicó.

Unas 1.200 personas cruzan diariamente la frontera, la mayoría de ellos peregrinos chiíes que visitan lugares santos del sur de Irak, pero el Ejército iraquí prevé permitir un aumento de este flujo hasta las 2.500 personas al día, indicó.

Lynch también subrayó las acusaciones contra los insurgentes suníes de utilizar armamento iraní, pero no pudo especificar si Irán es el proveedor o si éste es adquirido en el mercado negro.

Por último, destacó que algunos elementos del Ejército del Mahdi, afín al clérigo radical chií Muqtada al Sadr, se han escindido y son los principales responsables de la violencia. "Hay un intento obvio por parte de los extremistas chiíes de expandir su influencia. Creo que su motivación principal es que no desean un Gobierno iraquí aceptable y que funcione. Creo que un Irak caótico, una región caótica es positivo para sus intereses", afirmó.

El Ejército norteamericano ha elevado últimamente sus acusaciones contra Irán por su supuesto apoyo a las milicias que atacan a las fuerzas estadounidenses, pero las de Lynch son las primeras indicaciones concretas sobre iraníes entrenando a combatientes dentro de las fronteras iraquíes. Irán, sin embargo, niega estas acusaciones y asegura que respalda los esfuerzos para parar la violencia.