BAGDAD, 6 Abr. (EP/AP) -
El Gobierno del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha concedido una pensión a los altos mandos del Ejército en la época de Sadam Husein y ha pedido a los antiguos militares de bajo rango que se incorporen al actual Ejército iraquí, según informó hoy el Ejecutivo en un comunicado.
Según la oficina de Al Maliki, la decisión, que formaría parte de un plan de reconciliación entre las confesiones suní y chií, fue aprobada por decreto a finales del pasado mes de marzo, pero no se ha hecho pública hasta ahora.
Se estima que numerosos antiguos mandos de la Inteligencia, la seguridad y el Ejército se han unido a las filas de la insurgencia desde mayo de 2003 --un mes después de la caída del régimen de Sadam Husein--, cuando el entonces administrador civil estadounidense en Irak, Paul Bremer, desmanteló el Ejército, que contaba con 350.000 efectivos.
