WASHINGTON, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente estadounidense, George W. Bush, reiteró hoy su convicción de que el Ejecutivo iraní suministra armas a la insurgencia en Irak a pesar de no poder demostrar que dicho suministro se lleva a cabo desde las altas esferas en el poder en Irán. Por su parte, el ministro de Defensa iraní, el general Mostafa Mohammad Nayyar, criticó "las repetidas declaraciones de EEUU de que Irán está enviando armas y municiones a Irak", por ser, dijo "una mera mentira además de una acción psicológica."
Por su parte, Bush aseguró, citado por Associated Press, que "hará algo" para proteger a los soldados estadounidenses de esta nueva amenaza letal. "Voy a hacer algo al respecto", incidió, tras subrayar "con certeza" que las armas están siendo suministradas por una unidad de élite de la Guardia Revolucionaria iraní, con el beneplácito del Gobierno iraní, en referencia a la facción conocida como Quds.
Bush admitió no tener pruebas ni conocer si en efecto dicho suministro fue "ordenado por las altas esferas del Gobierno (iraní)", aunque, no obstante, se preguntó no saber qué es mejor en relación al suministro de armas, "ordenarlo y que ocurra o no ordenarlo y que ocurra".
Por su parte, el general de los Guardianes de la Revolución (Pasdaranes) Mostafa Mohammad Nayyar rechazó de plano las acusaciones de Washigton al tacharlas de "mentira" y de "acción psicológica". "Las repetidas declaraciones de EEUU de que Irán está enviando armas y municiones a Irak son una mera mentira además de una acción psicológica", aseguró, citado por la agencia estatal iraní IRNA.
"Estas pretensiones (de inculpar a Irán) son una manera de eludir la culpa y una acción psicológica por parte de los norteamericanos para generar discordia y crear conflictos entre los países de la región", denunció, tras censurar "las pruebas" aportadas por Washington --fotografías e imágenes de restos de armas y proyectiles que dicen proceder de Irán--, por ser, incidió "más a una ridícula pantomima que a una presentación de pruebas reales".
El titular de Defensa iraní aseguró que "la política exterior de la República Islámica (de Irán) se sustenta en la no injerencia en los asuntos de otros países", por ello, insistió, Teherán se opone "a la presencia de las fuerzas ocupantes norteamericanas en Irak y en la región".
En este sentido, destacó que Irán, siendo vecino de Irak "ha puesto y pondrá todo su empeño en controlar la crisis de Irak e instaurar la estabilidad y la paz al considerar que la seguridad de Irak es la de Irán y cualquier clase de inseguridad en ese país perjudica los intereses de Irán".
