Irak.- Al menos 33 muertos en una nueva jornada de violencia en Irak

Actualizado: martes, 8 agosto 2006 0:08

BAGDAD, 7 Ago. (EP/AP) -

Al menos 33 personas perdieron la vida y otras 38 resultaron heridas en distintos ataques y atentados suicidas ocurridos hoy en Irak. El incidente más mortífero fue la muerte de 10 agentes por la explosión de un camión contra una comisaría provincial de la Policía.

El camión, conducido por un presunto insurgente suicida y cargado de explosivos ocultos entre vegetales, cruzó las barricadas de alambre de púas en el edificio de dos plantas de fuerzas especiales de la Policía iraquí del Ministerio del Interior en la ciudad de Samarra (centro de Irak), indicó el capitán de Policía, Laith Mohammed.

El edificio quedó prácticamente destruido, indicó agente Mohammed Alí, que llegó al lugar después del ataque. Tres casas cercanas resultaron gravemente dañadas y tres automóviles destruidos, añadió. Tras el atentado, soldados de Estados Unidos acordonaron la zona mientras equipos de rescate buscaban entre los escombros.

En otra acción, al menos cinco personas fallecieron en Bagdad cuando un grupo de hombres abrió fuego contra una barbería desde dos coches en movimiento, mientras que dos policías fueron abatidos en Mosul también desde vehículos en marcha, explicó la Policía.

En Bagdad también explotaron dos bombas que dejaron diez personas heridas, incluyendo un alto oficial de la Policía. Mientras, en el oeste de la capital, dos cuerpos esposados fueron hallados con balas en la cabeza, precisó el capitán policial Jamil Husein.

Finalmente, fuerzas iraquíes y estadounidenses perpetraron hoy un ataque en Ciudad Sadr, un bastión chií de Bagdad, desatando una batalla que causó la muerte a tres civiles, horas después de que un insurgente suicida provocara diez víctimas fatales durante un funeral en Tikrit, el pueblo natal de Sadam Husein.

Según los vecinos, se utilizaron aviones militares en la operación en Ciudad Sadr, que fue lanzada con la presunta intención de capturar a extremistas sospechosos de dirigir grupos de tortura.

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, condenó la incursión en Ciudad Sadr. "Me causó mucha ira y dolor", declaró a la televisión nacional y señaló que había prohibido este tipo de operaciones "porque estamos en un proceso de reconciliación nacional". La fuerza usada no guardó proporción con el objetivo de la misión, indicó. "Es por eso que he prometido que esto no volverá a suceder. Lamento mucho lo que sucedió", añadió.