NUEVA YORK, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
El representante especial de la ONU para Irak, Staffan de Mistura, condenó ayer el asesinato de civiles y expresó una gran preocupación por la escalada de violencia contra las comunidades cristianas en la ciudad de Mosul, en el norte del país.
Este fin de semana, un comerciante cristiano fue asesinado y su sobrino resultó herido de gravedad por un grupo de hombres armados, según informaron medios locales. De Mistura advirtió de que esos actos están dirigidos a alimentar las tensiones y exacerbar la inestabilidad en un momento crítico para Irak.
Por otra parte, agregó que numerosas familias han abandonado sus hogares y han buscado refugio temporal en comunidades vecinas, donde los organismos de Naciones Unidas les brindan asistencia de emergencia.
El enviado subrayó que este desplazamiento de población se presenta en un momento "políticamente delicado" dado el asunto sin resolver sobre la representación de las minorías en las elecciones provinciales, informa el centro de noticias de la ONU.
En este sentido, recordó que el respeto de los derechos políticos y legales de las minorías es fundamental para lograr un futuro estable y democrático en Irak.
"A día de hoy (12 de octubre), el número de familias cristianas que han huido de sus hogares en Mosul ha alcanzado las 1.094, es decir, 5.470 personas. Aún huyen a las ciudades y aldeas cristianas cercanas debido al miedo a ataques de los hombres armados", declaró el director provincial del Ministerio de Desplazamiento y Migraciones, Jawdat Ismaiel.
