Varios testigos afirman que el periodista británico murió por los disparos de los soldados norteamericanos
WASHINGTON, 13 Oct. (EP/AP) -
El Departamento de Defensa de Estados Unidos señaló hoy que sus fuerzas de seguridad desplegadas en Irak siguieron las reglas de acción correctas y que la investigación que llevaron a cabo las autoridades estadounidenses sobre la muerte de Terry Lloyd, el periodista veterano de 50 años de la televisión británica ITN, "determinaron que las fuerzas estadounidensas siguieron las reglas de enfrentamiento aplicables".
"El Departamento de Defensa nunca deliberadamente ha tenido por objetivo a (personas) no nombatientes, incluidos periodistas", subrayó el Pentágono, "habiendo llegado a medidas extremas para evitar bajas de civiles y daños colaterales". A pesar de ello, las autoridades estadounidensas se negaron a dejar declarar a los hombres de servicio durante las pesquisas.
Terry Lloyd fue ejecutado extrajudicialmente por las fuerzas de Estados Unidos en los primeros días de la guerra de Irak, en marzo de 2003, según concluyó hoy un juez de distrito.
Según el juez asistente del distrito de Oxfordshire, Andrew Walker, Lloyd --un veterano reportero de 50 años-- recibió en un primer momento varios disparos en la espalda por parte de las tropas iraquíes cuando se dirigía desde Kuwait hacia Basora, y posteriormente fue atacado por las fuerzas estadounidenses, cuyos disparos le alcanzaron en la cabeza. Su interprete murió y el cámara se encuentra desaparecido, presumiblemente muerto.
Lloyd y sus colegas se encontraban cerca de un puente en la zona de Basora el 22 de marzo de 2003 cuando se inció un fuego cruzado entre las fuerzas estadounidenses e iraquíes. Los exámenes forenses determinaron que Lloyd recibió un primer disparo de bala por parte de los iraquíes, pero del que hubiera podido sobrevivir con el tratamiento adecuado.
EL ÚNICO SUPERVIVIENTE PIDIÓ QUE EEUU PARARA DE DISPARAR
El periodista fue puesto en un minibús para ser trasladado a un hospital, pero entonces recibió un tiro en la cabeza por parte de los Marines estadounidenses. Su interprete libanés, Hussein Osman, también murió y su cámara, el francés Fred Nerac, nunca ha sido encontrado. El único supreviviente fue el camarógrafo belga, Daniel Demoustier, alegó en la investigación que al intentar hacer una señal a los tanques estadounidenses para que éstos pararan de disparar en su dirección --vehículos de la ITN claramente identificados-- finalmente no lo hicieron.
Lloyd cubría por libre la invasión estadounidense y británica, sin contar con la protección del Ejército. El Sindicato Nacional de Periodistas ha calificado su muerte de "crimen de guerra". El responsable de la organización, Paul McLaughlin, ha pedido a las autoridades que presenten cargos contra los soldados estadounidenses relacionados con esta muerte.
Andrew Walker declaró que escribirá al fiscal general para pedirle que investigue la posibilidad de presentar cargos formales contra los responsables de su muerte, algo que se presenta arduo difícil ya que admitió que, por su parte, la investigación no determina a ciencia cierta de qué lado procedían las balas mortales contra Lloyd, el 22 de marzo de 2003, si procedían de tropas terrestres norteamericanas o de helicópteros.
Desde Bélgica, el presidente de la Asociación de Prensa Internacional (API) --la mayor asociación periodística--, Aidan White, señaló que "si se trata de un asesinato como sugiere un Tribunal, y si Estados Unidos es responsable, entonces estaríamos hablando ciertamente de un crimen de guerra".
