BAGDAD, 12 Sep. (EP/AP) -
El ex presidente iraquí Sadam Husein acusó hoy a testigos kurdos en su juicio de ser "agentes de Irán y del sionismo" y les amenazó con "aplastarles la cabeza". Sin embargo, uno de ellos no se amilanó y le respondió desafiante: "Felicitaciones Sadam. Estás en una jaula".
Sadam y los otros acusados permanecieron sentados en silencio en el tribunal mientras los testigos relataban los horrores de la 'Operación Anfal', la campaña que entre 1987 y 1988 suprimió una revuelta kurda en el norte de Irak con unos 180.000 kurdos, según la Fiscalía.
Cuando Sadam escuchó al abogado describir a los guerrilleros kurdos, conocidos como peshmergas, como luchadores por la libertad, el ex presidente vociferó: "Son ustedes agentes de Irán y del sionismo. Les aplastaré la cabeza".
Antes de que el juez le apagara su micrófono, Sadam afirmó que los guerrilleros kurdos eran sediciosos y "en cualquier país en el mundo donde hay sedición, las autoridades le piden a la fuerzas armadas que las suprima".
Exigió que la palabra peshmerga, que en kurdo significa "aquellos que enfrentan la muerte", sea retirada del registro del juicio, y se quejó de que el grupo de cinco jueces había tolerado "muchas violaciones" a los procedimientos judiciales durante la sesión de hoy.
"Pero si nos tuviéramos que enojar, sería otra cosa", apuntó Sadam, golpeando su puño contra el estrado. También insistió en que sean expertos "neutrales", y no estadounidenses, quienes examinen las identidades de los cadáveres hallados en fosas comunes.
La Fiscalía exigió que el testimonio de Sadam sobre aplastar la rebelión kurda sea considerado una confesión. El juez en jefe, Abdula al Amiri, rechazó la moción, pero tomó nota de ella cuando la Fiscalía amenazó con marcharse.
Si es hallado culpable, Sadam y los otros acusados podrían enfrentarse a la horca como pena máxima. Sadam ha mantenido que la 'Operación Anfal' estuvo dirigida contra guerrilleros kurdos que estaban aliados a Irán durante la guerra entre ambos países durante la década de 1980. Asimismo, ha asegurado que a los iraquíes kurdos leales se les trató con justicia durante su mandato.
Dicha afirmación fue rechazada por cuatro testigos kurdos, que narraron feroces ataques por parte de las autoridades iraquíes contra sus villas en el norte, al igual que detenciones en masa y asesinatos de civiles.
El relato más escalofriante fue el de Gafur Hasan Abdula, quien señaló ante el tribunal que soldados iraquíes atacaron su aldea cerca de Sulaimaniya: "En la noche, oí los gritos de mujeres y niños", apostilló.
