BAKÚ, 22 Ago. (EP/AP) -
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, instó hoy de nuevo a la comunidad internacional para respetar el derecho de su país a acceder a la energía nuclear e insistió en que nada han conseguido quienes intentan desmantelar y poner fin a su programa atómico, en clara alusión al Ejecutivo de Washington.
"Nuestro objetivo de desarrollar tecnología nuclear es mejorar el bienestar y la calidad de vida de nuestra población", explicó el mandatario iraní, desde la capital de Azerbaiyán, y añadió que todas las naciones tienen derecho a desarrollar energía nuclear con fines pacíficos.
Sin citar a ningún país, el presidente de la República Islámica de Irán apuntó a la existencia de "ciertas fuerzas que quieren privar a nuestra población de su derecho" fuerzas que, dijo, "acuden a cualquier método de presión económica, psicológica y militar". "A pesar de ello, no han conseguido nada, Irán ha desarrollado legalmente la tecnología nuclear", aseguró.
"Sería bueno que aquellas fuerzas que nos están perjudicando comprendieran nuestras palabras y comenzaran a respetar el derecho de otros pueblos", subrayó.
Horas antes, el jefe de la delegación estadounidense ante la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Gregory L. Schulte, rechazó hoy que Irán estuviera más dispuesta a responder a cuestiones pendientes relativas a su programa atómico a la agencia internacional, tal y como acordaron ayer las partes a partir de un calendario consensuado, e insistió en que, de todos modos, no impediría que el Consejo de Seguridad de la ONU emitiera una tercera ronda de sanciones contra el Ejecutivo de los ayatolás por su negativa a renunciar a su programa nuclear.
A este respecto, Ahmadineyad subrayó que las sanciones que ha promovido Washington y que han sido aprobadas por la ONU han dañado la reputación del último como organismo independiente. "Al utilizar organizaciones internacionales para sus objetivos, (los estadounidenses) sois responsables de que su autoridad haya disminuido". "No tenéis ni la oportunidad ni el poder para presionar a la población iraní", concluyó.
