Publicado: martes, 6 febrero 2018 19:37

WASHINGTON, 6 Feb. (Reuters/EP) -

Un irano-estadounidense de 81 años condenado a diez años de cárcel por espiar y cooperar para Estados Unidos ha regresado a prisión tras un breve periodo de gracia por motivos médicos, ha informado este martes el abogado de la familia, Jared Genser.

El detenido, Baquer Namazi, exgobernador provincial y exmiembro del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), habría vuelto a prisión en contra del criterio de los médicos designados por el propio Gobierno, lo que "equivale a una condena a muerte", en palabras de su abogado.

Namazi ha sido hospitalizado en cuatro ocasiones en el último año, la última de ellas en enero, cuando fue ingresado por una bajada de tensión y una arritmia cardiaca. En septiembre, fue sometido a una intervención quirúrgica para que se le colocase un marcapasos, ha recordado Genser en un comunicado.

El hijo de Namazi, Babak, ha lamentado ante los periodistas en Washington que el retorno de su padre a prisión es "un acto espectacular de crueldad" por parte del Gobierno iraní, por lo que ha pedido al Gobierno de Donald Trump que interceda.

Además de a Baquer Namazi, las autoridades iraníes mantienen retenido a uno de sus hijos, Siamak, igualmente con doble nacionalidad. Siamak Namazi fue arrestado cuando visitaba a su familia en Teherán en 2015 y, de hecho, su padre fue apresado unos meses más tarde cuando acudió a visitar a su hijo.

Ambos estarían en la prisión de Evin, en la capital iraní, y han negado los cargos que se les imputan. Babak Namazi ha denunciado que su hermano ha sido torturado y ha recibido descargas eléctricas en prisión.

Más noticias

Leer más acerca de: