NUEVA YORK, 8 Mar. (EP/AP) -
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Seguei Lavrov, que se encuentra en Nueva York, donde se citó con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, afirmó hoy que Moscú se opondrá a la aplicación de unas posibles sanciones a Irán por su programa nuclear argumentando que este tipo de medidas pocas veces consiguen los objetivos que se proponen.
Asimismo, Lavrov aseveró que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) tiene que poder seguir trabajando dentro de Irán, reiterando de esta manera la postura de Moscú de no implicar de forma seria al Consejo de Seguridad de la ONU en la cuestión iraní.
Preguntado si Rusia podría inclinarse a apoyar unas posibles sanciones a Irán, Lavrov afirmó que "no creo que las sanciones como medida para resolver la crisis hayan alcanzado los objetivos en historia reciente".
"Tenemos que confiar en el consejo de la AIEA, el vigilante del régimen de no proliferación" de armas, apostilló el titular de Exteriores ruso.
Lavrov sugirió que Rusia se podría oponer a las posibles sanciones a Teherán por la amenaza que realizaron las autoridades iraníes de abandonar el Tratado de No Proliferación (TNP) y expulsar a los inspectores de la AIEA, si el Consejo decide tomar acciones serias contra el país.
"Todos debemos de esforzarnos por una solución que no pondrá en peligro la capacidad de la AIEA de seguir trabajando en Irán, siempre y cuando no haya peligro para el régimen de no proliferación", afirmó.
Por último, Lavrov remarcó que Rusia descarta la posibilidad de acción militar contra Irán, indicando que Moscú está "convencida de que no hay una solución militar para la crisis".
Como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y con derecho a veto, Rusia podría minar los planes de Estados Unidos, Reino Unido y Francia de conseguir que el organismo imponga sanciones a Teherán.
