NUEVA YORK, 24 Abr. (Reuters/EP) -
Irán ha retirado su candidatura para obtener un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en medio del creciente criticismo hacia lo que la ONG Human Rights Watch ha calificado de "terrible historial de Derechos Humanos" de Teherán.
Fuentes diplomáticas de Naciones Unidas aseguraron este viernes a Reuters que Irán había informado a varias de las delegaciones asiáticas que había retirado su solicitud de contar con uno de los 47 asientos del Consejo, que tiene su sede en Ginebra y que es el organismo de la ONU encargado de supervisar el cumplimiento de los derechos fundamentales en todo el planeta.
Un diplomático occidental señaló que la decisión de Teherán se había producido debido a que el país persa no había conseguido asegurarse los votos necesarios para ocupar una plaza en el Consejo de Derechos Humanos, lo cual podría haber supuesto una derrota para Irán cuando se celebrase la votación prevista para el mes de mayo.
Irán ha dicho al grupo de naciones asiáticas que retiraba su candidatura "en interés y solidaridad con el resto del grupo", señaló el mismo diplomático occidental.
La directora de Human Rights Watch (HRW), Peggy Hicks, dijo que la decisión responde a la "creciente oposición global" hacia la política de Derechos Humanos realizada por Irán y calificó la ausencia de apoyos hacia Teherán como una condena hacia el "terrible historial" del país persa en esta materia.
HRW ha criticado en reiteradas ocasiones el sistema de elección de los miembros del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, dividido en cinco grupos regionales --África, Asia, Europa del Este, America Latina y el Caribe, y Europa Occidental y otros estados-- que en muchas ocasiones no someten a votación los asientos que tienen asignados.
Con la retirada de Irán, finalmente no habrá ninguna votación que realizar el próximo 13 de mayo y los cuatros asientos que corresponden al bloque asiático seguirán ocupados por Malasia, Maldivas, Qatar y Tailandia, informó Hicks.
El portavoz de la delegación de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Mark Kornblau, acogió positivamente la retirada de la candidatura iraní y dijo que se trata de "un paso en la dirección adecuada del Consejo de Derechos Humanos".
