Israel autoriza la construcción de 700 viviendas para palestinos en Cisjordania

Benjamin Netanyahu en Har Homa
Benjamin Netanyahu en Har Homa - REUTERS / RONEN ZVULUN - Archivo
Actualizado: miércoles, 31 julio 2019 23:41

JERUSALÉN, 1 (Reuters/EP)

Las autoridades israelíes han aprobado la construcción de 6.000 nuevas viviendas para colonos judíos en Cisjordania y 700 para palestinos en la denominada Área C de Cisjordania, a pesar de los cuestionamientos de la ONU sobre la legalidad de este tipo de movimientos.

Israel tiene pleno control administrativo y de seguridad de este área, que se extiende por un 60 por ciento de Cisjordania y engloba la mayoría de los asentamientos.

Una autoridad israelí ha confirmado este miércoles un nuevo proyecto urbanístico coincidiendo con la inminente visita de Jared Kushner, yerno y asesor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La novedad en esta ocasión es que no solo se prevén viviendas para colonos, sino también para palestinos.

En respuesta, Nabil Abú Rudeina, portavoz del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha recalcado que los palestinos tienen derecho a edificar "donde quieran" en su territorio, según ha informado la agencia palestina de noticias WAFA.

"El pueblo palestino tiene derecho a construir en toda su tierra ocupada en 1967 sin necesidad de que nadie le dé permiso. No daremos ninguna legitimidad a la construcción de una sola piedra en asentamientos en nuestra tierra", ha dicho

"No regatearemos nuestros derechos garantizados por las resoluciones de legitimidad internacional, particularmente a la resolución 2334 de Naciones Unidas, que declaró la ilegalidad de los asentamientos en el territorio del Estado de Palestina, incluido Jerusalén Este", ha agregado.

En este sentido, ha manifestado que "el pueblo palestino mantendrá su firmeza en su tierra y no aceptará compromisos sobre sus constantes nacionales, especialmente Jerusalén y sus lugares sagrados y el establecimiento de un Estado palestino independiente en su territorio nacional".

El futuro de los asentamientos hebreos es uno de los principales obstáculos para la paz entre israelíes y palestinos, en la medida en que estos últimos reclaman un Estado propio conforme a las fronteras previas a 1967, lo que implica asumir el control de toda Cisjordania.

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