JERUSALÉN, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
El líder del Likud y primer ministro israelí designado, Benjamin Netanyahu, felicitó ayer al máximo representante laborista, Ehud Barak, tras hacer público que el Partido Laborista finalmente formará parte de la coalición de gobierno, y aseguró que el próximo ejecutivo de unidad traerá la estabilidad al país.
Netanyahu, que ha trabajado las últimas semanas de forma secreta con Barak, le aseguró que han alcanzado un "éxito significativo" ya que la alternativa por la que han optado "es el paso más positivo que se podía dar para favorecer al país", según palabras del líder del Likud recogidas por el diario israelí 'Haaretz'. "Los que más han ganado con el cambio son los ciudadanos israelíes", agregó.
No obstante, no todos parecen contentos con la formación del nuevo gobierno de unidad, ya que algunos miembros del Likud consideran que el precio que pagará el primer ministro designado por incluir al Partido Laborista en el Gobierno es el de la corrupción. "(Netanyahu) simplemente ha vendido todo por conseguir la mitad de la facción", declararon las fuentes.
El acuerdo firmado ayer para la formación del Ejecutivo incluye también al ultraortodoxo Shas y al ultraderechista Yisrael Beitenu, si bien este último todavía no ha aceptado la invitación de forma oficial.
