Israel podría permitir a Abbas engrosar sus milicias con palestinos exiliados en Jordania

Actualizado: sábado, 28 octubre 2006 23:58

JERUSALÉN, 28 oct. (EUROPA PRESS)

El presidente palestino, Mahmud Abbas, pretende engrosar las milicias del OLP, encabezada por su partido, Al Fatá, con exiliados asentados en Jordania, según revelaron hoy fuentes palestinas. Abbas pretendería de este modo reforzar la posición de la OLP con vistas a un posible enfrentamiento a gran escala entre milicianos de Hamás y de Al Fatá que podría desencadenar una guerra civil.

Israel ha impedido en el pasado la entrada en los Territorios Palestinos de miembros de la Brigada Badr, con base en Jordania, pero la creciente tensión entre los partidarios de presidente Abbas y las milicias fieles al Gobierno del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) podría variar esta política, según las mismas fuentes. A diferencia de Al Fatá, Hamás es una formación política y militar radicalmente opuesta a la mera existencia del Estado hebreo.

No se especificó el número de miembros de la Brigada Badr que podrían estar esperando entrar en las zonas controladas por la Autoridad Nacional Palestina, aunque lo más importante es que le deberían lealtad al estar vinculadas a la OLP.

La llegada al poder por mayoría absoluta de Hamás desencadenó la formación de una milicia particular de Al Fatá compuesta por 5.700 hombres armados y está previsto que 1.500 efectivos más se sumen a las filas de Al Fatá en Cisjordania, fortín de Al Fatá.

Los enfrentamientos entre las milicias rivales han dejado ya varias decenas de muertos en la franja de Gaza mientras la tensión se incrementa y hombres armados toman posiciones en los edificios más importantes de Gaza y Ramala, sede de la presidencia palestina.

En un intento de aliviar tensiones un comité de coordinación que reúne a todas las facciones palestinas se reunió ayer viernes por la noche en Gaza y acordó la retirada de las calles de todos los milicianos no uniformados.

La victoria electoral de Hamás y la formación de un Gobierno islamista provocó el fin de la financiación israelí y occidental a la ANP e hizo patente la necesidad de formar un ejecutivo de unidad nacional entre Al Fatá y Hamás. Ante el fracaso de las negociaciones Abbas ha impuesto un ultimátum que vence en dos semanas según el cuál, de no formarse ese nuevo Gobierno que reconozca a Israel y los acuerdos previos del proceso de paz, el presidente palestino disolverá el Gobierno.

PIB PALESTINO

Por otra parte, Saeb Erekat, alto responsable palestino cercano a Abbas, anunció hoy en Ramala que está previsto que el PIB palestino caiga en torno a un 28 por ciento en 2006, hasta los 2.300 millones de euros, cifra sensiblemente inferior a los 3.200 millones registrados en 2005. Esta estimación está basada en los nueve primeros meses del año, indicó Erekat.

Las inversiones podrían caer un 60 por ciento, hasta los 320 millones de euros. En 2005 la inversión alcanzó los 800 millones de euros, informó.

Erekat responsabilizó del derrumbe a la congelación de la ayuda internacional impuesta en marzo para presionar a Hamás para que se desarmara y reconociese a Israel, además de al cierre de fronteras vitales con Israel.

Por último, advirtió de que si continua el declive económico, los Territorios Palestinos afrontan el "colapso total".