JERUSALÉN, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
La mujer israelí detenida la semana pasada por no alimentar presuntamente a su hijo de tres años comparecerá hoy de nuevo ante el tribunal, que deberá decidir sobre el arresto domiciliario al que lleva sometida casi desde su arresto.
La sesión de esta mañana retoma la de ayer, que concluyó en un punto muerto debido a que los psiquiatras que han atendido a la acusada no se ponían de acuerdo acerca de si puede suponer un peligro para sus hijos, informa la prensa israelí.
El abogado defensor señaló ayer que la evaluación psiquiátrica que ordenó el tribunal tras la detención ha revelado que la mujer no sufre ningún desorden psicológico. "El examen ha determinado que la mujer no es peligrosa y está completamente sana. Hablamos de una madre normal y no hay razón para mantenerla bajo custodia", explicó el letrado Avraham Weiss.
También subrayó que la acusada no sufre el síndrome de Munchausen, negando así las informaciones previas de los medios de comunicación, una enfermedad psiquiátrica que se caracteriza por inventarse y fingir dolencias (o incluso provocárselas a sí mismo) para llamar la atención de los médicos y ser tratado como un enfermo.
Sin embargo, psiquiatra del tribunal manifestó después a los jueces que todavía no tiene claro si la mujer supone un peligro para sus hijos, informaron fuentes jurídicas.
Por su parte, la acusación rechazó la propuesta del presidente del tribunal, el juez Judge Shlomit Dotan, de permitir a la mujer seguir bajo arresto domiciliario con dos de sus hijos, incluido al que supuestamente maltrató, bajo la supervisión de una enfermera.
La mujer llevó presuntamente a la hambruna a su hijo de tres años hasta el punto en que éste sólo pesaba siete kilos antes de que los hechos salieran a la luz. Después de una semana en el hospital, el niño ha engordado ya más de cuatro kilos.
El niño había sido ingresado en hospitales hasta siete veces en los últimos dos años antes de que los médicos decidieran la semana pasada avisar a las autoridades ante el presunto maltrato de la madre. De hecho, las cámaras de los centros habían grabado a la mujer desconectando a su hijo de la sonda de alimentación.
La detención de esta mujer perteneciente a la corriente Toldot Aharón, una de las más radicales del Judaísmo y formada por 900 familias, ha provocado en Jerusalén graves enfrentamientos entre miembros de esta comunidad y la Policía. El saldo de los disturbios fue de 18 agentes heridos y 34 manifestantes heridos.
