ROMA, 10 Abr. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
El principal candidato a primer ministro de Italia por el centro-derecha, Silvio Berlusconi, aseguró que "para gobernar de verdad" necesitará una "vasta mayoría" con un margen de "almenos dos decenas de senadores", según declaró en una entrevista al diario italiano 'La Stampa'.
"Pienso que lograré obtenerlos", manifestó confiado el candidato del Pueblo de las Libertades (Pdl), a pesar de la incertidumbre que dejan los últimos sondeos -que son de hace casi dos semanas-- ante la posibilidad de que pueda darse un empate en el Senado.
Aunque el Pdl podría ganar en la Cámara de Diputados, lo que no está tan claro es que también venza en el Senado, dada la complejidad del mecanismo electoral italiano.
Si ninguno de los partidos o coaliciones supera el 55 por ciento de los votos en la Cámara de los Diputados, la que consiga más votos recibirá un "premio de mayoría" que le asegura 340 escaños de los 630 disponibles --incluidos los dedicados al voto de los italianos en el extranjero--. Si una coalición consigue más del 55 por ciento, se aplicaría el cálculo porcentual a partir de los 340 escaños.
En el Senado, en cambio, también existe un "premio de mayoría" pero éste no se aplica a escala nacional sino a escala regional, lo que podría provocar situaciones anómalas como la posibilidad de que un partido o coalición gane en la Cámara pero pierda en el Senado.
'Il Cavaliere' también avanzó algunos detalles sobre cuál podría ser la composición de su futuro Gobierno en caso de ganar las elecciones. En concreto, se refirió su intención de candidar a su principal aliado, Gianfranco Fini, como presidente de la Cámara de Diputados.
Por otro lado, pidió a los senadores vitalicios "nombrados y no elegidos" que tengan en cuenta "el voto expresado por la mayoría de los italianos. El voto de estos senadores puede ser clave para la continuidad del Ejecutivo en caso de que el resultado electoral sea muy ajustado, tal y como sucedió en la anterior legislatura bajo el mandato de Romano Prodi.
Berlusconi culpó al ex jefe del Estado Carlo Azeglio Ciampi de las deficiencias que tiene la actual ley electoral, que fue aprobada al final del último Gobierno Berlusconi y ha sido calificada por todos como una "porquería".
'Il Cavaliere' explicó que Ciampi impuso que el premio de mayoría en el Senado fuera "regional" y no nacional para "favorecer a la izquierda, que siempre podrá contar con las regiones rojas", aseguró.
