ROMA, 8 Jun. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
El centro de la capital italiana empezó hoy a llenarse de Policía en vistas de la inminente llegada del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que permanecerá en Roma hasta el domingo y se reunirá con el presidente de la República, Giorgio Napolitano, el primer ministro, Romano Prodi, el líder de la oposición, Silvio Berlusconi, y el Papa Benedicto XVI.
En la agenda inicial de Bush constaba también una visita al turístico barrio del Trastevere, donde el mandatario tenía previsto encontrarse con los representantes de la comunidad de Sant'Egidio --entidad católica de origen italiano que promueve el dialogo intercultural y está especializada en la mediación de conflictos--.
No obstante, la Casa Blanca ha decidido suprimir este itinerario por motivos "logísticos" y de seguridad, dadas la difícil protección del barrio, que está compuesto por calles estrechas y desordenadas.
Finalmente, el encuentro entre Bush y la comunidad de Sant'Egidio tendrá lugar en la Embajada de Estados Unidos, considerado un emplazamiento "más cómodo" para la ocasión, según indicó el portavoz de la Casa Blanca, John Gundrhoe.
Por su parte, el primer ministro, Romano Prodi, consideró que en Italia se está "dramatizando" la repercusión que puedan tener las manifestaciones contra Bush que han sido convocadas con ocasión de la visita oficial del presidente norteamericano. El 'premier' italiano hizo estas declaraciones desde Alemania, donde hoy finalizó la reunión del G8.
La Embajada de Estados Unidos, en cambio, no minusvaloró las consecuencias que pueden llegar a tener estas protestas callejeras, motivo por el que emplazó a los ciudadanos norteamericanos a "evitar" dichas manifestaciones, para eludir posibles episodios de "violencia". El organismo diplomático expuso este aviso en su página web.
