ROMA, 18 May. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
Las tensiones internas en el seno de la coalición de partidos de centro-izquierda que actualmente gobierna en Italia siguen amenazando la estabilidad del Ejecutivo que dirige el primer ministro, Romano Prodi, que precisamente ayer cumplió el primer año de legislatura.
Esta vez la disputa ha venido motivada por el intercambio de declaraciones entre el mismo Prodi y el presidente de la Cámara de los Diputados, Fausto Bertinotti, suscitada por unas declaraciones en las que 'Il Profesore' lamentaba el escaso número de leyes aprobadas por el Parlamento como consecuencia de una lectura "excesivamente amplia del reglamento" que rige este organismo.
Aunque finalmente la disputa quedó aclarada por medio de una llamada telefónica conciliadora, según confirmaron fuentes gubernamentales, el episodio evidencia el clima de división interna que impera en un Ejecutivo formado por nueve partidos distintos.
De hecho, hace pocos días, el ministro de Justicia y líder de la UDEUR --partido centrista y cristiano-demócrata--, Clemente Mastella, anunció que su formación no votará la ley contra el conflicto de intereses que promueve el Gobierno.
Por otra parte, los últimos sondeos publicados por la prensa también reflejan el malestar de los ciudadanos con el Ejecutivo, ya que sus resultados reflejan que el 55 por ciento de los ciudadanos italianos desaprueba la gestión de Prodi en el primer año de Gobierno, según una encuesta publicada ayer por el diario 'Il Sole 24 Ore'.
