ROMA, 6 Jul. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Gloria Moreno) -
Las autoridades italianas pondrán en marcha un plan especial de evacuación en caso de que la provincia de L'Aquila, donde dentro de dos días se celebrará el G-8, registre un terremoto de más de 4 o 4,5 grados en la escala de Richter.
Según publican los medios locales, la semana pasada se llevó a cabo, incluso, un simulacro para comprobar que el plan de evacuación funciona. Mientras, la tierra sigue temblando. Sólo entre esta noche y las primeras horas de esta mañana, los habitantes de la zona percibieron cuatro nuevas réplicas de terremoto.
Hace tres meses exactos, el pasado 6 de abril, la provincia era sacudida por un seísmo de 5,8 grados en la escala de Richter. En los días sucesivos, la zona registró algunos eventos sísmicos importantes, aunque de menor entidad. Después, la intensidad de estos movimientos de asentamiento fue decreciendo paulatinamente. Sin embargo, hace pocas semanas, los temblores han ido creciendo, sobrepasando en al menos tres ocasiones los cuatro grados en la escala de Richter.
Además de volver a generar la alarma entre la población, estas réplicas están quitando la tranquilidad a las autoridades italianas en vísperas de la llegada de los líderes de los principales países del mundo.
Según detallaron los medios locales, en caso de terremoto, Protección Civil obligará a las delegaciones de los distintos países a desalojar la escuela de la Guardia de Finanzas, el recinto en el que se alojarán y se reunirán los grandes de la tierra.
Aun con todo, los expertos aseguran que la escuela, que ha sido construida con medidas antisísmicas, resistiría incluso si se produjera un terremoto de características similares al que tuvo lugar el pasado 6 de abril.
En caso de que, finalmente, el G-8 no se pudiera celebrar en L'Aquila, las autoridades italianas lo trasladarán a Roma y, concretamente, a la sede del Ministerio de Exteriores, donde, sin embargo, la cumbre se verá mayormente expuesta a las manifestaciones y protestas de los grupos antiglobalización.
Y es que desde el punto de vista de las movilizaciones, la ciudad de L'Aquila se presenta como una sede más pacífica, por respeto a los miles de evacuados que desde hace tres meses se ven obligados a vivir en tiendas de campaña.
A las 3.32 horas de esta noche, la hora exacta en que hace tres meses se producía el terremoto, unas 4.000 personas salieron en procesión por las calles de la ciudad para recordar a las 307 víctimas que causó la tragedia.
