El jefe del Estado italiano pide responsabilidades a quienes podrían haber evitado la tragedia

Reuters
Actualizado: viernes, 10 abril 2009 10:13


ROMA, 10 Abr. (EUROPA PRESS/G. Moreno) -

Los miles de damnificados por el terremoto que este lunes sacudió el centro de Italia afrontaron ayer su cuarta jornada de calvario, en la que los muertos ascendieron a 281 y los equipos de rescate no lograron encontrar más supervivientes bajo los escombros de los edificios derrumbados. En medio de este escenario desolador, el jefe del Estado italiano, Giorgio Napolitano, pidió responsabilidades a quienes podrían haber evitado esta tragedia y no lo hicieron.

El presidente de la República pidió ayer un "examen de conciencia sin discriminaciones ni colores políticos" a quienes podrían haber evitado las trágicas consecuencias del terremoto que este lunes sacudió la ciudad de L'Aquila y sus alrededores provocando al menos 281 muertos, más de un millar de heridos y cerca de 20.000 evacuados.

"Nadie" de quienes podrían haber tenido alguna responsabilidad en todo esto "debería cerrar los ojos", recriminó con dureza el jefe del Estado con ocasión de su visita a la zona, donde el seísmo derribó numerosos edificios, tanto públicos como privados, nuevos o antiguos e incluso construcciones realizadas bajo supuestos criterios antisísmicos.

De hecho, éste es uno de los aspectos de la tragedia que más sorprende, sobre todo teniendo en cuenta la capacidad de resistencia que demuestran los edificios en otros lugares del mundo que también están habituados a sufrir terremotos de magnitud igual o superior, tales como Japón. Y eso, teniendo en cuenta que la región de Abruzzo (de la que L'Aquila es la capital), así como la de Umbria y otras regiones de Italia son algunas de las zonas sísmicas más peligrosas de Europa.

"Hay que ver porqué no han sido activadas las normas indispensables que ya habían sido traducidas en ley y preguntarse porqué no se realizaron los controles necesarios" en una zona de alto riesgo sísmico, resaltó Napolitano. Aun con todo, "más allá de las responsabilidades, es necesario decidir lo que se puede hacer para que todo esto no vuelva a suceder nunca más", remarcó.

100 MILLONES DE EUROS PARA LOS DAMNIFICADOS.

Por su parte, el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, aseguró que la Fiscalía ya está investigando posibles responsabilidades y anunció que el Gobierno destinará un total de 100 millones de euros para asistir a los damnificados.

Además, las familias que han tenido que abandonar sus casas recibirán una ayuda de 400 euros mensuales, que ascenderá a 500 para las personas discapacitadas o mayores de 65 años. Asimismo, los comerciantes, artesanos y agricultores que hayan tenido que suspender sus actividades productivas como consecuencia del terremoto serán indemnizados con 800 euros mensuales.

Otra de las medidas adoptadas por el Gobierno es la suspensión por al menos dos meses del pago de las facturas de luz y gas. Sin embargo, uno de los temas que más preocupa a los damnificados es el de las hipotecas. Además de haberse quedado sin casa, muchos de ellos temen ser obligados a seguir pagando igualmente la hipoteca que asumieron por ella.

Por esta razón, el ministro de Economía, Giulio Tremonti, envió una carta a la Asociación Bancaria Italiana (ABI) en la que pidió a los institutos bancarios que se solidaricen con los afectados, suspendiendo el pago de las hipotecas y reduciendo los costes de las operaciones financieras.

Entre tanto, prosiguen las tareas de rescate por parte de los equipos de emergencia, encaminadas más a la extracción de cadáveres que a encontrar nuevos supervivientes, la última de las cuales, Eleonora, de 20 años, fue rescatada el martes por la noche tras pasar 43 horas atrapada.

CARDENAL BERTONE Y SECRETARIO DEL PAPA EN FUNERALES

Los funerales se celebrarán mañana a las 11.00 horas en la plaza de la Escuela de Suboficiales de la Guardia de Finanzas de L'Aquila, donde ha sido instalado el tanatorio de la tragedia. El cardenal secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, será el encargado de presidir la ceremonia, que al caer en Viernes Santo ha tenido que recibir una autorización especial del Vaticano.

Como signo de "cercanía personal con todos los que sufren a causa del terremoto", el Papa Benedicto XVI ha decidido enviar a su secretario particular, monseñor Georg Gänswein, que también estará presente en la ceremonia.

En total, se celebrarán las exequias de entre 100 y 150 personas de las más de 280 que perdieron la vida en el terremoto. Hasta ayer, habían sido entregados a los familiares unos 80 féretros, cuyo funeral se celebrará en otros lugares, mientras que, a lo largo del día de hoy, otras familias recibieron la autorización para llevarse a sus parientes fallecidos.

Por su parte, los miles de evacuados iniciaron las festividades pascuales en los campamentos habilitados por el Gobierno. Aun con todo, los párrocos y numerosos sacerdotes voluntarios lo han organizado todo para que ningún feligrés se quede sin oficios de Semana Santa, que se celebrarán en los campamentos.