El jefe de Seguridad Nacional dice que el nuevo Gobierno de Líbano "verá pronto la luz del día"

Publicado: martes, 18 diciembre 2018 17:52

MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

El jefe de Seguridad Nacional de Líbano, Abbas Ibrahim, ha afirmado este martes que el nuevo Gobierno "verá pronto la luz del día", después de una jornada de contactos para intentar poner fin a la crisis política que sacude al país desde las elecciones parlamentarias de mayo.

Ibrahim se ha reunido durante la jornada con un grupo de parlamentarios suníes cercanos al partido-milicia chií Hezbolá que están en el centro de la última disputa que impide la formación del Ejecutivo.

Tras la misma, ha dicho que el Gobierno "debe ser formado rápidamente para no hacer frente a nuevos obstáculos", sin dar más detalles al respecto, según ha informado el diario libanés 'An Nahar'.

Este grupo de seis parlamentarios suníes del Movimiento 8 de Marzo ha reclamado contar con uno de los 30 ministerios con los que contará el nuevo Gobierno, algo a lo que hasta ahora se ha negado el primer ministro designado, Saad Hariri.

La disputa podría llegar a su fin a través de una iniciativa del presidente, Michel Aoun, para ceder uno de los ministros a los que podía designar, tal y como ha recogido el diario local 'The Daily Star'.

En este sentido, el ministro de Finanzas en funciones, Alí Hasán Jalil, ha manifestado que el nuevo Gobierno "probablemente será formado antes de las vacaciones de Navidad", sin dar una fecha concreta, según el portal local de noticias Naharnet.

El propio Hariri dijo la semana pasada que el proceso de formación del nuevo Gobierno estaba "en los últimos cientos de metros", al tiempo que manifestó que podría haber acuerdo antes de final de año.

"Soy un hombre paciente, y estoy dispuesto a esperar para encontrar una solución. No se trata de mí, se trata de Líbano. Nuestro país no se puede permitir seguir sin Gobierno", destacó.

Las declaraciones de Hariri llegaron apenas un día después de que Aoun sostuviera varias reuniones de alto nivel para intentar alcanzar una solución a la crisis en el proceso de formación de Gobierno y afirmara que podría haber resultados en dos días.

LA INTERVENCIÓN DE AOUN

El propio Aoun anunció el 11 de diciembre que intervendría en los estancados esfuerzos para pactar un Gobierno y desveló "una iniciativa para asegurar la formación de Gobierno, especialmente dado que el peligro es alto". "Esta iniciativa deberá tener éxito ya que, en caso contrario, haremos frente a un desastre", sostuvo.

En este sentido, Aoun señaló que los desafíos existentes en la formación de Gobierno no pueden ser resueltos "de la manera tradicional" entre el primer ministro designado y el resto de partidos.

El propio Aoun recalcó el 21 de noviembre que el país "no puede permitirse el lujo de seguir perdiendo tiempo" en el proceso de formación de Gobierno, durante un discurso con motivo del 75º aniversario de la independencia.

"Mi llamamiento hoy a todos los altos cargos, partidos, movimientos y confesiones (...) es rechazar nuestras diferencias, dejar de lado nuestros intereses personales y mostrar un sentido de responsabilidad hacia aquellos que nos han confiado su destino", manifestó.

LOS PARLAMENTARIOS SUNÍES INDEPENDIENTES

El nuevo Gobierno estuvo cerca de formarse a finales de octubre después de que Fuerzas Libanesas aceptaran integrarse en el mismo, si bien en el último momento surgieron nuevas disputas en torno a la representación de los parlamentarios suníes independientes.

Hezbolá ha insistido en que estos parlamentarios cuenten al menos con un ministerio, lo que ha vuelto a estancar el proceso de formación del Ejecutivo, algo que ha criticado Hariri.

El propio Hariri acusó en noviembre al partido-milicia de estar obstaculizando sus esfuerzos para la formación del nuevo Gobierno. "Hay gente que no quiere que el país aproveche ninguna oportunidad y no quiere un Gobierno en Líbano", dijo.

Aoun designó nuevamente como primer ministro a Hariri el 24 de mayo, después de que el líder del Movimiento Al Mustaqbal recabara los apoyos necesarios en el Parlamento, después de los comicios celebrados ese mes.

La decisión de la Presidencia cumplió así con el complicado reparto de poderes en el país, que reserva el cargo de primer ministro a un suní. La reelección de Hariri se daba prácticamente por garantizada, debido a los apoyos con los que contaba el político.

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