Actualizado: martes, 3 julio 2018 21:52

MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Ejército de Jordania ha asegurado que entre los miles de desplazados que han llegado a la frontera común con Siria figuran cientos de hombres armados disfrazados de mujer y con documentos falsos, en medio de la ofensiva del Ejército sirio en la provincia de Deraa (suroeste).

El director del Departamento de Guía Moral del Ejército, Udé Shdeifat, ha resaltado que las tropas jordanas "son totalmente conscientes de la presencia de estos hombres armados y están abordando la situación con total profesionalidad".

Así, ha indicado que estos hombres armados son miembros "de grupos armados que han sido expulsados de sus bastiones, entre ellos miembros de Estado Islámico", según ha informado el diario local 'The Jordan Times'.

"Hay partes que explotan a los desplazados sirios para beneficiar sus agendas malignas", ha sostenido, antes de reiterar que el Ejército está controlando la frontera "con firmeza".

En este sentido, Shdeifat ha indicado que la orden del Gobierno de no permitir la entrada está siendo aplicada, con la única excepción de "casos críticos" de personas "que necesitan tratamiento médico". "Una vez que completan su tratamiento, estos pacientes sirios son enviados de vuelta a su país", ha añadido.

La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha pedido este mismo martes a Jordania que abra la frontera con Siria para acoger a las miles de personas que tratan de huir de la ofensiva militar.

"Pedimos al Gobierno jordano que mantenga la frontera abierta", ha dicho en una rueda de prensa la portavoz del Alto Comisionado, Liz Throssell, al tiempo que ha instado a los demás países de la región a acoger esta nueva ola de refugiados sirios.

Además, ha hecho un llamamiento "a todas las partes implicadas para permitir un acceso humanitario seguro, sostenido y sin obstáculos para quienes lo necesitan, conforme a sus obligaciones bajo el Derecho Internacional".

Throssell ha explicado que la situación en Deraa ha empeorado a causa de "una escalada de ataques que están impactando fuertemente sobre la población civil", lo que ha empujado a miles de personas a huir hacia Jordania, el país más cercano a esta provincia siria.

Sin embargo, la frontera jordana permanece cerrada desde 2016 en respuesta a un ataque procedente del lado sirio y el Gobierno de la nación hachemí se niega a reabrir la línea limítrofe por razones de seguridad. Como resultado, "miles de refugiados han quedado atrapados", ha denunciado.

Según ha precisado este martes el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Andre Mahecic, citado por la agencia de noticias Reuters, unos 40.000 sirios procedentes de Deraa se agolpan ya en la frontera con Jordania.

Throssell ha aprovechado para reconocer el trabajo de Jordania, Líbano y Turquía, que acogen a la mayoría de los refugiados sirios. "Es alentador ver a la gente de estos países hacer todo lo que pueden para que sus gobiernos mantengan la frontera abierta y para reunir comida y agua para los refugiados sirios", ha declarado.

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