AMÁN, 7 May. (EP/AP) -
Jordania aseguró hoy que el coste que le suponen los más de 750.000 iraquíes desplazados por la guerra en Irak y que residen en Jordania ascidente cada año a 1.000 millones de dólares, equivalentes a 700 millones de euros.
Por su parte, el directo del Centro de Información de Jordania, Bisher al Jasawneh, reveló a los periodistas los resultados preliminares de una encuesta --actualmente en ejecución por parte del Departamento de Estadísticas Generales del país y la Fundación Fafo, con sede en Noruega-- que refleja que la población de iraquíes en Jordania ha aumentado la población jordana en 5,5 millones, lo que supone un incremento del 14 por ciento.
La encuesta, que se espera esté completada en el mes de julio, intenta determinar el número exacto, composición y coste económico de los iraquíes desplazados que residen en Jordania, explicó por su parte el portavoz jefe del Ejecutivo, Nasser Judeh.
Jordaia y Siria han sido los países que han asumido el grueso de los desplazados iraquíes, estimados en 2 millones, muchos de los cuales se vieron obligados a huir de sus hogares tras la invasión de Irak de 2003 encabezada por Estados Unidos. Además, otros 1,9 millones de iraquíes se han visto desplazados en el interior de Irak, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Judeh, citando datos de ACNUR en Amán, cifró en hasta 28.000 los iraquíes que han presentados solicitudes de alido por motivos humanitarios, de los cuales no más de 900 han obtenido estatus de refugiados en Jordania. Además, otros 200 iraquíes, según explicó el portavoz se han instalado en terceros países.
La oficina de ACNUR en Amán reveló hoy a la agencia norteamericana Associated Press que el número de solicitantes de asilo y aquellos que reciben estatus de refugiado son ligeramente superiores de las cifras ofrecidas por Judeh, si bien no fue capaz de ofrecer un dato exacto, al tiempo que confirmó que una media de 50.000 iraquíes abandonan cada mes Irak, con destinos principales tanto a Jordania como a Siria.
Según Judeh, la frontera entre Jordania e Irak permanece todavía abierta, aunque incidió en que Jordania está controlando las salidas y entradas al país por parte de iraquíes "de forma más sistemática". "Hemos introducido sistemas en la frontera para garantizar nuestra seguridad debido a los carnés de identidad falsificados y docuemtnos falsos que a veces vemos y para garantizar el control de las cifras", explicó.
Jordania reforzó las medidas de seguridad en su frontera después del triple atentado perpetrado por Al Qaeda en Irak en noviembre de 2005 contra hoteles en Amán en los que murieron 63 personas, incluidos los tres terroristas suicidas.
Sin embargo, Judeh rechazó las acusaciones de que las autoridades del país estuvieran deteniendo a hombres y mujeres iraquíes para su posterior interrogatorio, según denuncian varios desplazados. "No hay tales realidades de estas historias de policías parando a personas en la calles y deportándoles, sean hombres, adolescentes o mujeres iraquíes", aseguró, insistiendo en que "si hay una razón para interrogar a alguien --él o ella-- por su presencia aquí para ver si es ilegal, entonces se hace, pero no de forma arbitraria".
