Jornada de expectación política en Francia ante la elección de candidato socialista al Eliseo

Actualizado: jueves, 16 noviembre 2006 21:00

PARÍS/MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -

Más de 200.000 militantes del Partido Socialista de Francia pudieron acudir durante toda la jornada de hoy a las sedes de su formación para elegir al que será su candidato en las elecciones presidenciales de 2007 y cuyo rival será, previsiblemente, Nicolas Sarkozy, actual ministro del Interior y peso pesado del Ejecutivo francés, tras la 'muerte' política de Dominique de Villepin, primer ministro. En estas elecciones internas parece que nadie pone en duda la victoria de la vertiente reformista del partido, que encabeza Ségolène Royal, aunque una hipotética segunda vuelta podría hundir sus esperanzas de entrar en el Eliseo.

El PS necesita un lavado de cara completo de cara a las próximas presidenciales, después de la catástrofe electoral de las celebradas en 2002, cuando, con un escuálido 16,18% de los votos, sufrió aquel descalabro que situó a los socialistas muy por debajo de la UMP de Jacques Chirac y de los ultraderechistas del Frente Nacional de Jean Marie Le Pen. La centroizquierda es consciente de que no puede permitirse una nueva derrota de ese calado y la elección de un candidato fuerte frente a Sarkozy será uno de los motivos que influirá en el voto de los militantes socialistas.

En este extremo Ségolène Royal parte con ventaja, puesto que todos los sondeos realizados a simpatizantes socialistas -que no militantes- dan a la presidenta de la región de Poitou-Charentes y ex ministra de Medio Ambiente y Familia unos porcentajes de voto superiores al 50%. Sin embargo, en las estimaciones internas de la formación, Royal roza esa mayoría absoluta necesaria para evitar una segunda vuelta, mientras que los otros candidatos, el ex ministro de Economía Dominique Strauss-Kahn y el ex primer ministro Laurent Fabius, se reparten el resto de votos.

Esa segunda vuelta, que, de celebrarse, se haría el jueves 23, es la opción menos favorable para Royal, que podría ver truncada con ella su deseo de convertirse en la primera mujer presidenta de la República francesa. Mientras la candidata socialista representa la línea más reformista del PS, los otros dos candidatos optan por políticas más tradicionalistas, por lo que, en caso de una segunda convocatoria interna, se da por hecho una alianza 'anti-Ségolène' entre los partidarios de Fabius y Kahn.

AGRESIVA CAMPAÑA INTERNA

La campaña interna del PS ha estado marcado tanto por los nuevos debates televisados como por el tono agresivo que se ha llegado a alcanzar. Aunque en un primer momento se hablaba de una "campaña aburrida" y "gris", por el tono de los candidatos, en las últimas semanas, después de que Royal fuera abucheada por miles de militantes en el mitin de París, silbidos organizados por sus dos contrincantes.

Prueba de esta agresividad, que ha ido aumentando según pasaban las semanas, fueron las acusaciones de "machismo" de Royal a los otros dos aspirantes. La dirigente regional acusó a Fabius de haber proferido la frase "¿Y quién cuidará a los niños?", cuando Royal anunció su candidatura, y a Strauss-Kahn de haber declarado que "habría hecho mejor quedándose en casa que leyendo sus fichas de cocina", tras el debate televisado sobre cuestiones internacionales.

Fabius ha llegado a cuestionar la limpieza de los comicios "en algunos departamentos del sur". "Deseo, tras el bello debate que hemos tenido, que éste no se vea enturbiado por algunas prácticas que no estarían a la altura del Partido Socialista", añadió. El ex primer ministro, que encarna el socialismo más izquierdista de los tres candidatos, explicó que "si los militantes votan libremente, habrá una segunda vuelta". Una visión que comparte Kahn, quien cree que su presencia "en la segunda vuelta es una necesidad".

Mientras, la oposición se muestra encantada por el feroz debate socialista. Según Sarkozy, el protagonismo que acapara Royal es positivo para él, pues así se ahorra cualquier desgaste mediático antes de la campaña: "Si la ganadora es Ségolène Royal, todo son ventajas para mí. El fenómeno 'todos menos Ségolène' evita el fenómeno 'todos menos Sarkozy' y me protege desde hace varios meses", ironizó.