BRASILIA, 7 Ago. (Reuters/EP) -
El juez federal brasileño Helder Barreto ha ordenado este lunes el cierre de un paso fronterizo con Venezuela en un intento por frenar la entrada de inmigrantes que huyen del país debido a la crisis política, según fuentes gubernamentales.
Barreto ha indicado que el cierre de la frontera tendrá lugar hasta que el estado de Roraima pueda establecer las condiciones "humanitarias" para recibir el enorme y desordenado flujo de inmigrantes. No obstante, cientos de venezolanos siguen entrando en Brasil a la espera de que se apele la decisión judicial.
Durante los últimos tres años decenas de miles de venezolanos han llegado a Roraima, lo que ha provocado un colapso de los servicios sociales y una crisis humanitaria. El gobierno del estado decretó el jueves que los venezolanos que busquen servicios médicos y sociales en Roraima tendrán que presentar un pasaporte válido, algo que muchos no tienen.
Barreto ha dictado que la medida era "discriminatoria" y que iba contra las leyes brasileñas. El magistrado ha suspendido así una provisión que permitía deportar o expulsar inmigrantes venezolanos que cometieran actos ilegales y ordenó la vacunación de aquellos ya fueron admitidos en Brasil.
No obstante, el juez ha ordenado que se impida el ingreso de venezolanos en Roraima hasta que el estado pueda alcanzar un equilibrio entre la llegada de inmigrantes y su salida hacia otras zonas de Brasil.
Siguiendo las recomendaciones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Fuerza Aérea brasileña comenzó a trasladar a los inmigrantes venezolanos desde Roraima a otras ciudades de Brasil.
Hasta el momento, unos 820 venezolanos han sido trasladados desde Boa Vista, la capital del estado, por la Fuerza Aérea. Sin embargo, las autoridades locales han señalado que, de media, más de 500 venezolanos cruzan hacia Brasil cada día y muchos permanecen en Roraima debido a que no pueden costear el desplazamiento a otras zonas.
