Un jurado militar de EEUU condena al chófer de Bin Laden por apoyar actos de terrorismo

Actualizado: miércoles, 6 agosto 2008 19:13
Foto de la Noticia
Foto: Reuters + Ampliar


   GUANTANAMO (CUBA), 7 (Reuters/EP)

   Un jurado formado por militares estadounidenses condenó ayer en la base estadounidense de Guantánamo (Cuba) al que fuera chófer del líder de la red terrorista Al Qaeda, Usama bin Laden, por ofrecer apoyo material para actos de terrorismo, siendo éste el primer juicio por crímenes de guerra que se realiza en Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial.

   Sin embargo, el jurado absolvió al chófer yemení, Salim Hamdan, del cargo de conspirar con Al Qaeda para cometer crímenes de guerra, un delito más grave que aquél por el que ha sido condenado el acusado. Dentro de unas horas se celebrará otra vista oral, pero posiblemente pasen dos días hasta que se dicte la sentencia que se impondrá a Hamdan, que podría tener que cumplir cadena perpetua en prisión.

   El jurado tardó algo más de ocho horas en determinar su veredicto. Cuando éste le fue comunicado a Hamdan, el chófer lo escuchó en actitud tensa junto a sus abogados. Al ser declarado culpable, alzó las manos y luego lloró tapándose la cara.

   Este juicio es el primero que se celebra en la base de Guantánamo, en un tribunal autorizado por Washington para juzgar a los presos de esta cárcel por delitos de terrorismo mediante un sistema ajeno a los tribunales civiles y militares ordinarios.

   En opinión de la Casa Blanca, el juicio contra Hamdan --que fue capturado en 2001 en Afganistán-- ha sido justo y ha demostrado que el tribunal militar funciona. El Pentágono indicó que ahora el Ejército procederá a juzgar a otros 20 presos de Guantánamo por crímenes de guerra.

   CRÍTICAS CONTRA EL JUICIO

   Sin embargo, varias organizaciones de defensa de los Derechos Humanos y las libertades civiles, así como abogados militares, han condenado este proceso judicial. Así, el Sindicato Americano de Libertades Civiles lo calificó de profundamente defectuoso y consideró que traiciona los valores americanos.

   "Desde el principio hasta el final, esto ha sido una debacle monumental de la Justicia americana", subrayó en un comunicado el director ejecutivo del grupo, Anthony Romero.

   El jurado escuchó varios testimonios durante dos semanas, incluido el de diez agentes federales que interrogaron a Hamdan sin advertirle antes de que su confesión iba a ser utilizada en un juicio contra él.

   Ésta era la tercera ocasión en que Estados Unidos intentaba juzgar a Hamdan, quien obtuvo una victoria en el Tribunal Supremo al rechazar éste en 2006 la primera versión del sistema judicial de Guantánamo. Los cargos fueron retirados dos veces y se volvieron a presentar otras dos.

   El jurado absolvió a Hamdan de dos cargos de conspiración con Al Qaeda para atacar a civiles, uno de destrucción de la propiedad y otro comisión de asesinato violando las leyes de la guerra, los cuales eran los únicos cargos que se presentaron contra él en la primera ocasión.

   En este contexto, el subjefe de los abogados defensores, Michael Berrigan, criticó que "la parodia" que supone el veredicto contra Hamda es que, "si el caso se hubiese juzgado en 2004, habría sido absuelto de todos los cargos".

   CHÓFER Y GUARDAESPALDAS DE BIN LADEN

   Hamdan fue condenado por cinco cargos de ofrecer apoyo material para actos de terrorismo debido a que entre los servicios que ofrecía a Al Qaeda se encontraba el de ejercer de chófer y guardaespaldas de Bin Laden, un hombre que Hamda sabía que lideraba una organización terrorista internacional.

   Ahora Hamda tiene ante sí cuatro niveles de apelación de la sentencia, el primero de los cuales está representado por la persona designada por el Pentágono para supervisar los juicios de Guantánamo, que puede revocar las condenas y acortar las penas impuestas, pero nunca añadir condenas ni alargar las penas.

   Después, el caso iría automáticamente a un tribunal militar especial de apelación. Si Hamdan lo desea, podrá recurrir ante el Tribunal Federal de Apelaciones, con sede en Washington, y finalmente ante el Tribunal Supremo.