AAB BAREEK (AFGANISTÁN), 7 May. (Reuters/EP) -
El presidente afgano, Hamid Karzai, ha visitado este miércoles un campamento de refugiados para las víctimas del mortífero deslizamiento de tierra, intentando calmar los ánimos de los habitantes, molestos por el lento reparto de la ayuda de emergencia y la negativa inicial del Gobierno de ayudar a recuperar los cuerpos.
Más de 4.000 personas se han visto desplazadas por el desastre ocurrido el viernes, que enterró unas 300 casas en la localidad de Aab Bareek, el norte del país, bajo unos 50 metros de lodo y dejó cientos de muertos, además de otras 700 casas inhabitables.
Las agencias humanitarias han enviado toneladas de suministros de emergencia a la capital de la provincia Badajshan, donde se ha producido la tragedia, pero la distribución se ha visto obstaculizada por incidentes entre las víctimas, los pobres de localidades próximas y las fuerzas de seguridad.
Karzai ha hecho sus primeros comentarios directos sobre el desastre y ha orado delante del lugar del deslizamiento. "Mi ministro de Desarrollo Rural se quedará aquí y os construirá nuevos alojamientos, os hará llegar alimentos y agua y no se marchará hasta que esté todo hecho", ha asegurado ante cientos de víctimas.
Los residentes se han quejado de que el Gobierno les ha abandonado, no les ha facilitado alojamiento y alimentos y no les está ayudando a recuperar los cuerpos de sus seres queridos. Pero Karzai ha prometido hoy que el Gobierno ayudará a desenterrar los cuerpos tras haber dicho que el lugar sería una fosa común.
Uno de los residentes ha pedido a Karzai, que pronto dejará su cargo como presidente tras más de doce años en el poder, que haga algo para ayudar a su maltrecha familia. "He perdido a seis miembros de mi familia, por favor venga a mi tienda y verá que incluso los bebés no tienen leche", ha señalado al presidente.
El Ejército afgano ha enviado un centenar de soldados a la zona. Este martes, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) suspendió sus operaciones en la zona después de que la Policía realizara disparos de advertencia al aire después de que residentes lanzaran piedras contra los agentes que intentaban proteger un camión que repartía ayuda. El lunes se produjo un incidente similar.
Toneladas de suministro, en su mayoría procedentes del vecino Tayikistán, permanecen en la capital provincial mientras las autoridades locales esperan que se refuerce la seguridad. Los cooperantes afirman que los desplazados deben ser trasladados del campamento de refugiados lo antes posibles ya que podría producirse otro deslizamiento en cualquier momento debido a las intensas lluvias y a la nieve que se derrite.
