ASTANA (KAZAJSTÁN), 10 Ene. (de la enviada especial de Europa Press Carolina Jiménez) -
Las empresas españolas Repsol YPF e Indra, aspiran a hacerse con sendos contratos en la región de Kazajstán valorados en alrededor de 1.000 millones de euros cada uno, según informaron fuentes diplomáticas.
El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, y el vicepresidente de Indra, Humberto Figarola, han acompañado a Astana al ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, que asistirá mañana a los actos de investidura del presidente kazajo, Nursultán Nazarbayev, tras su tercera reelección. Ambos empresarios estarán presentes en la reunión que el ministro prevé mantener con el primer ministro kazajo, Daniel Ajmetov.
Las dos empresas han participado ya en diferentes concursos en el país, pero hasta el momento no han prosperado las posibilidades de negocio. La petrolera española se atribuyó en el pasado la exploración de diversos bloques, pero se retiró del país y ahora aspira a regresar a través de un concurso pendiente aún de convocatoria, para una exploración en el área de Darjan, en la zona del Caspio.
La inversión estimada para el proyecto ronda los 1.000 millones de euros correspondientes al 50 por ciento del proyecto. El 50 por ciento restante estará en manos de una empresa conjunta kazajo-china.
Kazajstan tiene reservas programadas de petróleo, de al menos 21.000 millones de barriles y aspira a convertirse en el quinto producto mundial en un plazo de siete u ocho años, alcanzando una capacidad de extracción de 5 millones de barriles diarios frente a los 1,3 millones por día actuales.
Petróleo y gas conforman el sector económico más importante para el país, que aporta por vía directa e indirecta un 30 por ciento del PIB y un 55 por ciento de los ingresos de divisas, además de absorber un 50 por ciento de la inversión extranjera directa y un 30 por ciento de la inversión total del país. Actualmente las inversiones españolas son muy pequeñas pero una entrada de Repsol daría un vuelco a la situación.
OBJETIVOS DE INDRA
En cuanto a los objetivos de Indra, se trata de un contrato de suministro de radares para el Ministerio de Defensa kazajo, valorado en 1.000 millones de euros. El contrato depende de un concurso que en 2004 se aplazó y que ahora debe volver a convocarse.
Indra ha contado con buenas opciones para hacerse con el contrato puesto que su oferta recibió una valoración pública positiva. Además, está prevista una próxima visita a España del ministro de Defensa kazajo, Mujtar Altynbayev.
Dado el peso del sector energético, en el Comercio Exterior kazajo, la balanza comercial entre los dos países es ampliamente negativa para España -las compras españolas multiplican por diez el valor de las ventas-. El 98 por ciento de las compras de España a Kazajstán corresponde a crudos de petróleo, mineral de hierro y derivados, por importe de 550 millones de dólares en 2005, según estimaciones de la Oficina Económica y Comercial española en Almaty. Está tendencia se agudizaría si la petrolera española lograra obtener una presencia significativa para suministrar crudo a sus refinerías en España.
Para corregir el déficit los expertos ven oportunidades de trabajo para empresas españolas sobre todo en las zonas de construcción y turismo. Según los datos de la Oficina española, el sector de la construcción crece a un ritmo del 35 por ciento anual, y hay poca oferta de fabricación nacional de materiales y equipos.
Kazajstán requiere también inversiones y ventas en infraestructuras para la industria petrolífera, oleoductos y gaseoductos -un mercado que se estima en 3.000 millones de euros anuales- y equipos para la generación y transmisión eléctrica, un área donde el propio gobierno kazajo ha cifrado en 8.000 millones de euros las necesidades de construcción y rehabilitación en 10 años.
TURISMO
En cuanto al turismo, se trata de una de las áreas prioritarias señaladas por el Gobierno kazajo para 2006/2008 aunque la falta de infraestructuras es uno de los obstáculos para aumentar significativamente las llegadas de turistas que, actualmente, son apenas unas decenas de miles al año.
Gracias en parte a las perspectivas de negocio en el sector energético, el país crece a un ritmo superior al nueve por ciento anual y brinda oportunidades en diferentes sectores. Su renta per cápita media es de 2.700 dólares al año. Gracias a su crecimiento, las autoridades esperan alcanzar pronto una renta per cápita de 5.000 dólares, un nivel en el que están varios de los nuevos socios de la UE.
Algunas empresas españolas están ya presentes en el país, como Porcelanosa o Talgo, que vendió los trenes para las dos principales líneas ferroviarias de Kazajstán (Astana-Almaty, Almaty-Chimkent). El año pasado obtuvo el contrato para su mantenimiento durante cinco años. Otras empresas han entrado en el mercado kazajo gracias a su experiencia en Rusia, como Campofrío, Gallina Blanca y Pascual.
