LONDRES, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) ha condenado "enérgicamente" la muerte de civiles a manos de los grupos armados enfrentados por motivos políticos en distintos puntos de Kenia y ha mostrado una "preocupación particular" por el creciente "sesgo étnico" de violencia. Según AI, fuentes médicas han denunciado el incremento de las violaciones a mujeres y niñas y se han registrado más de 75.000 desplazamientos internos a causa de los enfrentamientos, en los que han muerto hasta la fecha alrededor de 300 personas.
En un comunicado, la organización ha instado al Gobierno y a los líderes de los partidos políticos a que "tomen todas las medidas posibles para garantizar el fin inmediato de la violencia" y a que "se comprometan por sí mismos públicamente a respetar y proteger los Derechos Humanos de todos los ciudadanos".
"Los líderes políticos no deben justificar explítica ni implícitamente la violencia contra los supuestos partidarios de sus rivales", declaró el director del Programa de África de Amnistía Internacional, Erwin van der Borght.
La organización expresó también su preocupación por los informes sobre homicidios a manos de la Policía. El pasado 31 de diciembre, Amnistía ya había condenado la muerte de manifestantes antigubernamentales a causa del excesivo uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad.
Hasta la fecha se ha informado de la muerte de alrededor de 300 personas como resultado de los enfrentamientos que sucedieron a las elecciones presidenciales del pasado jueves 27 de diciembre, en los que según la oposición, liderada por Raila Odinga, hubo fraude en favor del presidente, Mwai Kibaki, quien obtuvo su reelección.
Entre los muertos destacan las 30 personas --sobre todo mujeres y niños-- que fueron quemadas vivas el pasado 1 de enero en una iglesia de la localidad de Eldoret (Valle del Rift) en la que se habían refugiado de la violencia.
Asimismo, el personal médico del Hospital de Mujeres de Nairobi ha informado también del gran aumento del número de violaciones de mujeres y niñas cometidas por bandas y personas en el marco de la violencia postelectoral. Aparte, más de 75.000 personas se han convertido en desplazadas internas como consecuencia de la violencia.
Algunos de los actos de violencia más recientes cometidos en algunas zonas con antecedentes de conflicto étnico parecen haber sido perpetrados por turbas antigubernamentales contra miembros del grupo étnico kikuyu, al que pertenece el presidente Kibaki, aparentemente como represalia por el presunto fraude electoral.
Según los informes de AI, bandas de jóvenes violentos, algunos de ellos armados con machetes, palos y piedras, han levantado bloqueos de carretera en todo el país. El Gobierno keniano ha evacuado a algunas de las personas desplazadas internas con escolta militar o en aviones a lugares más seguros, como desde Eldoret a Nairobi y a otras partes de Kenia. Los informes indican que miles de personas huyen a los países vecinos, sobre todo a Uganda.
