MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
En respuesta al violento conflicto desatado tras la celebración de las elecciones en Kenia la semana pasada, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) está incrementando la ayuda destinada su delegación en este país africano realizando envíos adicionales de material humanitario.
"La principal prioridad del CICR es trabajar con la Cruz Roja de Kenia para asistir a las familias desplazadas por los sucesos o que no se atreven a dejar sus pueblos", explicó en un comunicado Pierre Krähenbühl, director de operaciones de la organización.
En cuanto comenzaron los enfrentamientos, la Cruz Roja de Kenia comenzó a destinar ayudas de primera necesidad, a trasladar a los heridos a clínicas cercanas y hospitales, a recuperar los cadáveres y a evaluar las necesidades de los desplazados. Mientras, sus delegados permanecen preparados para distribuir las ayudas tan pronto como se permitan los envíos. "Apoyaremos a la Cruz Roja de Kenia por todos los medios posibles", añadió Krähenbühl.
El CICR tiene previsto inicialmente proporcionar suficiente comida y agua, refugios y equipo sanitario para cubrir las necesidades básicas durante varias semanas de al menos 100.000 desplazados por la violencia.
Estas ayudas estarán disponibles en los próximos días para su distribución por parte de la Cruz Roja en Kenia. Además, el CICR sumará esfuerzos para localizar a las personas desaparecidas y reunir a la gente que ha sido separada de sus seres queridos.
Para permitir que los hospitales, dispensarios y servicios médicos y de ayuda de la Cruz Roja puedan atender a todos los afectados, el CICR también está distribuyendo en territorio keniano botiquines, medicamentos y otros suministros para tratar a los heridos.
Asimismo, en los próximos días delegados de la Cruz Roja visitarán hospitales y otras instalaciones médicas para estimar cuáles son sus necesidades más urgentes, de lo que informarán al Ministerio de Sanidad.
Por otro lado, el CICR se unió a la delegación de la Cruz Roja en Kenia para urgir a las autoridades y a los líderes políticos a asegurar que la vida, la seguridad, la dignidad y las propiedades de la población sean respetadas sin discriminación, y permitir a las organizaciones humanitarias el acceso a las familias y comunidades directamente afectadas por la violencia.
