LONDRES, 30 May. (EUROPA PRESS) -
La Policía de Kenia ha detenido a un total de 86 personas por su presunta relación con el asesinato de otras 11 la semana pasada, que fueron quemadas vivas tras haber sido acusadas de brujería por los habitantes del lugar.
Ocho mujeres y tres hombres murieron calcinados en el distrito de Kisii, en el oeste del país, al ser atacados por una turba. El portavoz de la Policía, Charles Owino, explicó a la BBC que los arrestados podrían enfrentarse a cargos que van desde el asesinato al robo con violencia.
Aunque Owino señaló que las investigaciones todavía siguen en marcha, afirmó que los que sean acusados de asesinato podrían ser condenados a la pena de muerte.
A cinco de los sospechosos se les encontraron pertenencias de alguna de las víctimas, por lo que serán juzgados por robo con violencia, indicó el portavoz, quien añadió que los detenidos comparecerán ante el juez el próximo 10 de junio, cuando se completen las investigaciones. "Alguien tiene la responsabilidad de hacer que aprendan la lección", dijo.
Aunque en algunas regiones de Kenia se han producido en el pasado casos de asesinatos o aislamiento de sospechosos de brujería, lo novedoso de este caso es el hecho de que tantas personas fueran atacadas al mismo tiempo.
La turba sacó a la fuerza a las víctimas de sus casas y las quemaron de forma individual, tras lo cual incendiaron las viviendas. Habitantes de la zona dijeron a la Policía que tenían pruebas de que las víctimas eran brujos. Según su declaración, encontraron en una escuela infantil un libro que contenía detalles de una "reunión de brujería" y en el que se explicaba quién sería el próximo "embrujado".
