El Ejecutivo comunitario estudia excluir a las PYMES del sistema de comercio de emisiones
BRUSELAS, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
El comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, aprovechó el primer aniversario de la entrada en vigor del protocolo de Kioto de reducción de gases de efecto invernadero, que se cumple mañana, para pedir a la comunidad internacional, especialmente a Estados Unidos, que aproveche la "última oportunidad" para contener el cambio climático, cuyos efectos, dijo, se están dejando sentir ya en todo el planeta.
"El cambio climático es uno de los desafíos más graves a los que nos enfrentamos. Plantea una amenaza vital a la estabilidad y prosperidad futuras de nuestras sociedades. Si hay un desafío global, ese es el cambio climático", recalcó el comisario en rueda de prensa.
Dimas destacó que ya no se trata de una "cuestión académica", sino que "su impacto se siente en todo el globo". Recordó que según la NASA, 2005 fue el año más cálido desde que existen datos. En Europa se multiplican las inundaciones, sequías e incendios, y fenómenos como el huracán Katrina serán más frecuentes en el futuro con el calentamiento del planeta.
Según explicó, el cambio climático agravará la escasez de agua en algunas regiones, incrementará el número de personas que pasan hambre, y agravará la propagación de enfermedades tropicales como la malaria. "A largo plazo, el cambio climático podría desencadenar hambrunas, amplios movimientos de refugiados e incluso conflictos regionales", advirtió.
Por todo ello, defendió el protocolo de Kioto como "primer paso" para luchar contra el cambio climático. En su primer año de vigencia ya ha permitido importantes "progresos", como la puesta en marcha del sistema europeo de comercios de emisiones, en el que se comercializaron 260 millones de toneladas de CO2 en 2005 por valor de 5.000 euros.
EXCLUSIÓN DE LAS PYMES
Dimas anunció que este año la Comisión revisará el funcionamiento del mercado de emisiones para introducir las modificaciones necesarias que entrarían en vigor en el periodo 2008-2012. Entre ellas, Bruselas estudia excluir de este sistema a las pequeñas y medianas empresas (PYMES), que constituyen ahora el 50% de las instalaciones pero emiten menos de 25.000 toneladas, cifra que representa el 2% del total.
El comisario de Medio Ambiente explicó que algunos Gobiernos han pedido que se les reduzcan las cargas administrativas o que no participen en el sistema, una posibilidad que ya estaba prevista y a la que se ha acogido Países Bajos. Si al final se decide mantener a las PYMES en el mercado de emisiones, Dimas garantizó que se les reducirán las cargas administrativas facilitando el control y la verificación de las emisiones.
El Ejecutivo comunitario seguirá negociando en 2006 un sistema de reducción de emisiones a nivel internacional para cuando venza el protocolo de Kioto, en 2012. Para ello, Dimas reclamó la participación de los países que más contaminan, y mencionó específicamente a Estados Unidos.
