Kosovo.- Belgrado tacha de "provocación" que el ex jefe del UCK represente a los albanokosovares en la ronda de Viena

Actualizado: viernes, 17 marzo 2006 19:26

VIENA, 17 Mar. (EP/AP) -

El inicio de la segunda ronda de conversaciones sobre el futuro estatuto de Kosovo se vio hoy ensombrecido por la protesta de la delegación de Belgrado, que tachó de "provocación" el hecho de que los representantes de la etnia albanesa estén liderados por Hashim Thaci, antiguo líder del Ejército de Liberación Kosovo (UCK).

La delegación serbia expresó su protesta en una carta al equipo de mediadores de la ONU, liderados por el ex presidente finlandés Matti Ahtisaari, pero añadió que ello no hará "que los serbios sean expulsados de la mesa de negociaciones.

Thaci, por su parte, declinó comentar la posición serbia e insistió en que, como consecuencia de estas conversaciones, la provincia autónoma debe obtener la independencia. "Nadie podrá para el futuro de un Kosovo democrático --declaró--. Su oscuro pasado será enterrado mañana con (el ex presidente yugoslavo, Slobodan) Milosevic en Serbia". Sin embargo, Thaci añadió que su delegación desea llegar a puntos de entendimiento con Belgrado.

Las conversaciones de Viena sobre el futuro de Kosovo entraron hoy en su segunda ronda, con un encuentro inicial descrito como "muy franco y constructivo" por uno de los asistentes. "Al contrario de lo que pasó la primera vez, hubo un intercambio real de puntos de vista sobre asuntos reales", dijo la fuente, que pidió el anonimato.

La reunión de hoy, auspiciada por el 'número dos' de Ahtisaari, Albert Rohan, no trató directamente sobre la cuestión del estatuto de la disputada provincia, sino sobre detalles de la reforma del Gobierno local, para dar a los habitantes de etnia serbia más protagonismo en las áreas donde viven y para reforzar las relaciones entre la minoría serbia de Kosovo y el Gobierno de Belgrado.

La provincia, bajo administración de la ONU desde el fin de la guerra de 1999, tiene una población de 2 millones de habitantes, de los que un 90% son de etnia albanesa y reclaman la independencia. Enfrente, el Gobierno de Belgrado insiste en que el territorio es parte de la nación serbia y cuna de su identidad.

En Kosovo siguen viviendo unos 100.000 serbios, en su mayoría residentes en enclaves fuertemente protegidos por tropas internacionales. Más de 200.000 personas de etnia no albanesa, en su mayoría serbios, dejaron el país después de la guerra por miedo a represalias y muchos no han vuelto.