PRISTINA, 17 Abr. (EP/AP) -
Una investigación halló hoy responsable a dos policías rumanos de la muerte de dos albano-kosovares, así como de las heridas que recibieron otras dos personas durante una manifestación celebrada en la todavía provincia serbia de Kosovo contra el plan de la ONU para establecer un marco estatutario definitivo en Kosovo, si bien concluye que no hay pruebas suficientes para identificar a los agentes autores de los disparos.
Por su parte, el fiscal internacional del caso, Robert Dean, incidió en "la sospecha razonable de que tres de los disparos constituyen crímenes bajo la legislación kosovar". El fiscal ha entregado a los periodistas una copia de su informe interino, dos meses después de que se produjera la manifestación.
"Existe una base sustancial para concluir que dos agentes rumanos son los responsables de los cuatro heridos, dos letales y dos graves", explicó Dean, quien apoyó sus hallazgos en las pruebas forenses de las armas disparadas y de las balas de goma extraídas a las víctimas, las cuales, subrayó, son las empleadas exclusivamente por la Policía rumana.
El informe asegura que "en este punto, los disparos en cuestión parecen no ser autorizados ni justificados", insistió Dean, mientras que, dijo, la muerte de dos albano-kosovares "parece haber sido innecesaria y evitable". Por este motivo, Dean instó a la ONU y al Ejecutivo rumano a evaluar compensar a las familias de las víctimas.
No obstante, lamentó que "las pruebas" no le "permiten" concluir que "el grupo entero de agentes rumanos actuó ilegalmente". "Por los actos de uno, dos o tres en el disparo de balas de goma de forma impropia o criminal, como que creo que ha ocurrido, no pueden ser necesariamente imputados el resto", explicó el fiscal. "Lamentablemente, en este momento, somos incapaces de indetificar con precisión a quien actuó de forma impropia", agregó.
Dos manifestantes albano-kosovares fallecieron el pasado 10 de febrero cuando agentes de la Policía de Naciones Unidas dispararon balas de gomas contra los manifestantes que exigían la independencia sin condiciones de Kosovo, tras franquear una barricada policial en un intento por alcanzar la sede del Ejecutivo en la capital de Kosovo, Pristina.
Tanto el comisario jefe de Policía de la ONU, como el ministro del Interior de Kosovo dimitieron tras las muertes de los manifestantes, mientras que, por su parte, los agentes de Policía rumanos que sirven bajo el mando de la ONU abandonaron el pasado mes Kosovo, a pesar de la apertura de una investigación de los incidentes por parte de Naciones Unidas.
