NUEVA YORK, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
El representante especial de la ONU para Kosovo, Joachim Rücker, señaló hoy que se debe poner fin cuanto antes a la incertidumbre relativa al estatuto final de la provincia serbia de Kosovo.
Al presentar un informe sobre Kosovo ante el Consejo de Seguridad, Rücker sostuvo que el pueblo kosovar es consciente de que debe comenzar una nueva fase de su historia, "y esto lo llena de esperanza pero al mismo tiempo lo pone nervioso".
"Sin duda habrá tensiones y dificultades en los próximos meses, y mientras se determina algo tan vital para los intereses del pueblo, se puede esperar que las emociones se desbordarán de vez en cuando", advirtió.
Agregó que las tensiones y dificultades serían aún mayores si se demorara la decisión. "Un retraso no producirá reconciliación ni conducirá a una recuperación económica. Una demora sólo prolongaría las tensiones en la sociedad kosovar, alimentaría la frustración y haría más difícil un nuevo comienzo cuando éste se produjera", señaló Rücker.
Por otra parte, el representante especial pidió a las autoridades de Belgrado que utilicen su influencia para comunicar a los serbios de Kosovo que su futuro está en esa provincia, que no tienen por qué abandonarla y que deben encontrar la manera de cooperar con las autoridades electas de Kosovo.
Asimismo, criticó que se preste tanta atención a incidentes aislados de violencia interétnica, ya que estos no reflejan la realidad en el terreno.
Mientras, el presidente del Centro de Coordinación de la República Serbia para Kosovo, Sanda Raskovic-Ivic, no estuvo de acuerdo con Rücker y consideró que una solución precipitada no sólo no resolvería la cuestión sino que sentaría un precedente que abriría "una caja de pandora que se debe evitar a toda costa".
"Creemos firmemente que alcanzar una solución duradera sobre el futuro estatuto de Kosovo sólo es posible a través de negociaciones sistemáticas, responsables y ordenadas sin imponer plazos que únicamente puede causar presiones adicionales", afirmó.
Raskovic-Ivic sostuvo que Serbia está dispuesta a asumir la responsabilidad que le corresponden para resolver con éxito la cuestión de Kosovo, de conformidad con el Derecho Internacional y los valores democráticos universales. Citó en particular una resolución del Consejo de Seguridad que reafirma la soberanía e integridad territorial serbia.
