PARIS, 26 May. (EUROPA PRESS) -
El negociador nuclear iraní, Alí Lariyani, consideró que la Francia "del nuevo presidente Nicolas Sarkozy" podría desempeñar el papel de "intermediario sincero" en la resolución del conflicto nuclear iraní, al tiempo que reiteró que Teherán no quiere dotarse de bombas nucleares.
En una entrevista que publica hoy el diario francés 'Le Figaro', Lariyani considera que el modo para resolver la cuestión nuclear es "reanudar el diálogo, sin condición previa ni de una parte ni de la otra".
En este sentido, añadió, "la Francia del nuevo presidente Nicolas Sarkozy podría desempeñar un papel de un intermediario honesto, ya que Francia tiene una buena imagen entre los iraníes" puesto que, explicó, "nunca ha ejercido presión neocolonial sobre Irán y acogió al imán Jomeini cuando estaba amenazado por la dictadura del Shá".
"Si me fuera posible llevar a cabo un diálogo constructivo con los occidentales, actualmente bloqueado por la intransigencia de una América que exige que suspendamos previamente nuestro enriquecimiento de uranio, estoy seguro de que podríamos encontrar juntos otras herramientas para establecer una confianza mutua", aseveró Lariyani.
Asimismo, el negociador nuclear iraní se mostró contrario a "una carrera armamentística nuclear en Oriente Próximo, que sería catastrófica para todos los Estados de la región". En este sentido, dijo que a Irán no le interesa contar con bombas atómicas "por tres razones".
En primer lugar, explicó Lariyani, "ya tenemos medios para garantizar nuestra propia defensa contra todo potencial agresor". En segundo lugar, prosiguió, "la bomba atómica es hoy en día, en el teatro de operaciones de Oriente Próximo, un arma totalmente inutilizable, ya que, en una región tan densamente poblada, mataría a enemigos y a amigos sin distinción".
Por último, Lariyani recordó que el Guía Supremo iraní, ayatolá Alí Jamenei, "prohibió, por una fatua, cualquier producción o uso de armas de destrucción masiva".
Por otra parte, el negociador iraní arremetió contra Estados Unidos y su actuación en Irak y subrayó que "si para preservar la paz se quiere construir un sistema internacional viable, hay que terminar con esta diplomacia de amenazas, esta diplomacia de 'intenciones' prestadas unilateralmente a las naciones que se rechazan a seguir al pie de la letra lo que les dicta la superpotencia, con el fin de justificar 'ataques preventivos'".
"Es necesario que Estados Unidos cese de una vez por todas de destruir el Derecho Internacional, pronunciando sanciones basadas en pretendidas 'intenciones', antes de que se haya producido realmente ninguna infracción por Estado miembro de la ONU", remachó.
