MOSCÚ, 3 Oct. (Reuters/EP) -
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, le ha pedido este viernes al secretario de Estado de EEUU, John Kerry, que tanto las tropas ucranianas como las separatistas prorrusas respeten el alto el fuego en vigor en el este de Ucrania desde hace cerca de un mes.
El alto el fuego, firmado por los separatistas y los representantes de Kiev en Minsk el 5 de septiembre, se ha desgastado cada vez más en los últimos días, lo que ha llevado a la muerte de civiles, soldados y un cooperante de la Cruz Roja en el bastión rebelde de Donetsk.
Ambos bandos suelen acusarse a menudo de violar el alto el fuego.
"(Lavrov) subrayó la necesidad de que las partes beligerantes cumplan estrictamente los acuerdos de Minsk acerca del alto el fuego", ha comunicado el Ministerio de Exteriores ruso tras su conversación telefónica con Kerry.
Lavrov también ha hecho hincapié en la necesidad de retirar armas pesadas de la zona y en el papel de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa de vigilar la situación en primera línea.
Bajo el plan de paz, se espera de los dos bandos que retiren sus armas pesadas del frente y que se cree una zona de seguridad de 30 kilómetros, con miembros de la OSCE haciendo de observadores.
A primera hora del viernes, Ucrania ha acusado a las fuerzas rusas de ayudar a los separatistas y de incrementar la presión en sus propias tropas, durante los combates para controlar el aeropuerto principal de Donetsk.
Rusia niega las acusaciones de Ucrania y sus aliados occidentales acerca de cruzar la frontera para reforzar o rearmar a los rebeldes, a pesar de que Kiev considera que cuenta con pruebas irrefutables.
Moscú informó el jueves por la tarde de que el mortero que mató al trabajador suizo del Comité Internacional de la Cruz Roja en Donetsk fue disparado desde territorio controlado por el Gobierno ucraniano.
El conflicto ha empeorado las relaciones entre Rusia y Occidente, que respalda a Kiev, como no se tenía constancia desde el final de la Guerra Fría y ya se ha cobrado al menos 3.000 vidas, incluyendo las 298 personas que murieron cuando un avión malayo fue derribado al sobrevolar territorio rebelde.
Un portavoz militar ucraniano ha dicho este viernes que al menos 30 soldados del gobierno han muerto desde el principio del alto el fuego y más de 10 personas, incluyendo rebeldes y el cooperante de la Cruz Roja, han muerto en Donetsk a causa del bombardeo.
