MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Líbano ha afirmado este domingo que espera poner fin a los combates en los alrededores de la localidad de Arsal, ubicada cerca de la frontera con Siria, en las próximas 48 horas, unos combates que por el momento se han saldado con once soldados y 40 milicianos islamistas muertos.
Fuentes de seguridad citadas por el diario libanés 'The Daily Star' han afirmado que el partido-milicia chií Hezbolá, que combate junto al Ejército sirio para derrotar a las formaciones armadas opositoras que operan en el país vecino, ha decidido no intervenir en Arsal "para evitar que la situación adquiera un giro sectario".
Los enfrentamientos han tenido lugar concretamente en la ciudad de Wadi Hamid, cerca de Arsal, donde el sábado fallecieron dos soldados por un ataque del Frente al Nusra --filial de la organización terrorista Al Qaeda en Siria-- contra un puesto de control.
El asalto se saldó además con el secuestro de 15 miembros de las fuerzas de seguridad. Un funcionario libanés ha señalado que los agentes capturados se encuentran "en lugar seguro". Se trata de la primera vez que los milicianos islamistas se han hecho con un edificio gubernamental.
A última hora de este domingo, el Ejército ha anunciado haber "expulsado" a los milicianos de un edificio en el que habían intentado tomar posiciones, al tiempo que ha asegurado que se ha hecho con el control de varias posiciones controladas hasta el momento por los 'yihadistas'.
En una rueda de prensa celebrada durante la jornada, el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, el general Jean Kahwaji, ha asegurado que el ataque perpetrado contra sus tropas ha sido "premeditado".
"El ataque terrorista que ocurrió ayer no es un ataque por casualidad o coincidencia. Fue planeado con antelación, hace mucho tiempo, esperando al momento adecuado, que era durante las últimas 48 horas", ha afirmado, en una comparecencia ante la prensa en Beirut difundida por la televisión.
Así, ha rechazado que el incidente se desatara de forma espontánea tras el arresto de Emad Yumaa, un alto cargo del Frente al Nusra, en un puesto de control cerca de Wadi Hamid.
Un combatiente del Frente al Nusra ha asegurado en declaraciones a la agencia británica Reuters que los milicianos no abandonarán la comisaría hasta que Yumaa sea liberado.
Por su parte, el primer ministro, Tammam Salam, ha presidido un encuentro extraordinario de seguridad para intentar buscar soluciones a la situación de seguridad en Arsal, tal y como ha recogido el citado diario.
A la situación en Arsal hay que sumar los incidentes registrados en la localidad de Trípoli (norte), donde un grupo de hombres armados afiliados a los líderes milicianos Chadi al Maulawi, Nizar al Maulawi y Osama Mansur, atacó varios puestos de control del Ejército, hiriendo a dos soldados.
Líbano se ha visto sacudido por puntuales enfrentamientos de corte sectario en los últimos años, azuzados por el conflicto en Siria y el refuerzo de facciones islamistas radicales como el Frente al Nusra y el Estado Islámico.
Los residentes de la localidad de Arsal, en el noreste de Líbano, de mayoría suní, apoyan a los rebeldes que luchan para acabar con el Gobierno de Bashar al Assad. La ciudad acoge a los rebeldes sirios que llegan a Arsal a través de la porosa frontera entre los dos países, donde también se encuentran miles de refugiados que han huido del conflicto.
