BEIRUT, 28 Feb. (EP/AP) -
El asesor especial del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, para temas de Oriente Próximo, Michael Williams, se entrevistó hoy con dirigentes de la milicia chií libanesa Hezbolá para abordar el secuestro de dos soldados israelíes por la milicia el pasado verano y que dio inicio a la guerra que libraron Israel y Hezbolá en julio y agosto pasados.
A la reunión, que tuvo lugar en un suburbio al sur de Beirut donde Hezbolá tiene un importante bastión, acudió el que fuera ministro de Energía de Hezbolá, Mohammed Fneish, así como Wafik Safa, un alto funcionario de seguridad de la milicia.
Además de negociar la posible liberación de los dos soldados israelíes, Ehud Goldwasser y Eldad Regev, la reunión también se centró en el alto el fuego suscrito entre las partes el pasado 14 de agosto que puso fin a la contienda bélica, el presunto rearme de Hezbolá, los prisioneros libaneses en cárceles hebreas, las incursiones aéreas israelíes sobre Líbano, así como el problema que plantean las miles de minas y bombas de fragmentación dispersadas por las tropas hebreas en el sur de Líbano, según informaron los medios locales.
Por su parte, Williams tachó la reunión de "muy buena", si bien advirtió de la necesidad de una total colaboración y compromiso para implementar el alto el fuego. "Queremos fortalecer su compromiso para que podamos ver las cosas en orden", admitió a los periodistas.
El enviado especial llegó procedente de Israel a Beirut, donde se entrevistó ayer con el primer ministro libanés, Fuad Siniora, a quien felicitó por la cooperación satisfactoria al sur del río Litani entre el Ejército libanés y los soldados de la Fuerza Internacional de la ONU para Líbano (FINUL).
La visita de Williams, que estuvo acompañado por el representante de la ONU en Líbano, Geir Pederson, se produce en vísperas a que Ban entregue un informe sobre Líbano el próximo 16 de marzo al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Por otra parte, Bassam Kantar, hermano de Samir Kantar --un libanés que cumple una condena de 542 años de prisión en una cárcel israelí por la muerte de tres hebreos durante un ataque perpetrado en 1979 y uno de los cuatro hombres cuya liberación exige Hezbolá--, urgió hoy a los familiares de los soldados israelíes secuestrados por la milicia a presionar al primer ministro israelí, Ehud Olmert, para que acepte el intercambio de prisioneros con Hezbolá.
"Aumentar la presión sobre el primer ministro Olmert que está titubeando con el objetivo de retrasar la discusión sobre el destino de vuestros hijos por motivos políticos", emplazó, añadiendo que si el Ejecutivo israelí aceptara las condiciones de Hezbolá para llevar a cambio el intercambio de presos pondría fin a la "tragedia" tanto de Líbano como de Israel.
