Líbano.- El general retirado Aoún pide desmantelar "la fuerza terrorista extranjera" que representa Al Fatá al Islam

Actualizado: martes, 29 mayo 2007 22:37

PARÍS, 29 May. (EP/AP) -

El general del Ejército libanés, ya retirado, y líder de la comunidad cristiano-maronita, Michel Aoún, pidió hoy desmantelar la milicia Al Fatá al Islam, instalada en el campo de refugiados palestinos de Nahr el Bared, en las afueras de la ciudad portuaria de Trípoli, en el norte de Líbano, a la que calificó de "fuerza terrorista extranjera e importada", al tiempo que pidió castigar vía judicial y bajo los auspicios de Naciones Unidas al país que haya alentado a la milicia.

"No podemos vivir con una amenaza permanente de ser tomados como rehenes por un grupo de terroristas. Esto está ocurriendo aquí como está ocurriendo en casi cada país del mundo", incidió Aoún en rueda de prensa.

Por este motivo, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que "este grupo sea frenado y desmantelado y llevado ante la Justicia" y subrayó su deseo de que el Ejecutivo libanés que "ahora tiene prisioneros bajo su custodia" investigue "para llevar el caso ante Naciones Unidas contra el país que esté suministrando, respaldando o dando órdenes a estas fuerzas en Líbano", si bien no mencionó a ningún país en concreto, excusándose en su condición de "político activo" y dada la "controversia del asunto".

Aoún, aliado de la milicia chií libanesa Hezbolá que encabeza la oposición al Ejecutivo del primer ministro, Fuad Siniora, hizo estas declaraciones desde París, adonde acudió a entrevistarse con el recién nombrado ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, quien acaba de visitar por su parte Líbano, así como para presentar un libro suyo: "Una visión certera de Líbano".

Al Fatá al Islam, una organización con base en Siria, se escindió a principios de la década de 1980 de Al Fatá Intifada, separada a su vez del movimiento nacionalista palestino Al Fatá fundado por Yasir Arafat y liderado ahora por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.

Algunos cargos de la seguridad libanesa consideran al grupo una organización radical musulmana suní con vínculos con Al Qaeda, o al menos con un estilo de militancia y doctrina similar a la red terrorista internacional. Sin embargo, otras fuentes, principalmente las vinculadas al Gobierno, afirman que tienen vínculos con la inteligencia militar siria y que pretenden desestabilizar el país.

El líder de la organización es Shaker Youssef al Absi, un palestino exiliado en Siria condenado a muerte en ausencia en julio de 2004 por un tribunal militar jordano. Se le atribuyen los cargos de conspiración terrorista e intento de asesinato en Jordania del diplomático estadounidense Laurence Foley, un acto atribuido a Al Qaeda en Irak.

PIDE LA ELECCIONES PRESIDENCIALES ANTICIPADAS

El libanés aprovechó su visita a la capital francesa para pedir la convocatoria de elecciones presidenciales anticipadas, al insistir en la necesidad de que Líbano siga la misma senda que otros Ejecutivos en el resto del planeta que han buscado su legitimidad en las urnas.

"Todas las instituciones están bloqueadas en Líbano", lamentó Aoún, y estimó que "sólo hay una solución: devolver (el poder) a la gente" como "única solución honorable" para todas las partes en litigio, opositoras al Gobierno y disidentes.

Preguntado sobre si su cercanía con Hezbolá se traduce en amistad con Siria, el general retirado --que se exilió en 1991 en Francia y sólo regresó a Líbano después de que Siria sacara a sus militares del país en 2005-- sugirió que su acercamiento es pragmático, recordando que su lucha personal contra la ocupación del Ejército sirio.

No obstante, subrayó que nunca aceptaría una nueva ocupación por parte de Siria, al que calificó de "país vecino" con el que Líbano "debe vivir en paz" y se dijo dispuesto a visitar Siria, aunque no en situación de crisis como la actual por el temor, dijo, a que sus movimientos sean malinterpretados. "No soy un conspirador", aseguró.