BEIRUT, 15 Dic. (EP/AP) -
El número dos del politburó de la micilia chií libanesa Hezbolá, Mahmud Komati, aseguró hoy que ésta busca tener más cuota de poder en el Ejecutivo libanes para impedir, así, cualquier acción gubernamental futura que pueda conllevar el desarme de la milicia.
"Ahora lo exigimos (tener más cuota de poder en el Gobierno) porque nuestra experiencia durante la guerra y la actuación del Ejecutivo nos ha vuelto desconfiados. En varias ocasiones nos han presionado para deponer nuestras armas cuando librabamos una guerra", admitió Komati en una entrevista a Associated Press en una de las múltiples tiendas de campaña que Hezbolá montó a las afueras del complejo de oficinas gubernamentales donde llevan protagonizando manifestaciones masivas desde hace dos semanas.
"Después de la guerra, no nos quedó otra alternativa que exigir esta garantía que nos daría fuerza legal y constitucional. Si nos hacemos con un tercio más uno (de los escaños parlamentarios), el Gobierno no podrá imponer sus decisiones en nuestra contra", explicó.
Estas declaraciones ponen de relieve la relación entre la participación de Hezbolá en el Gobierno del primer ministro libanés, Fuad Siniora, cuyos únicos dos ministros dimitieron junto con otros cuatro ministros del partido aliado chií Amal, y el objetivo de mantener todo su arsenal armamentístico intacto, algo que no contempla la resolución de la ONU que puso fin a la guerra librada el pasado verano entre Hezbolá e Israel.
El desarme de Hezbolá es una de las exigencias principales de Estados Unidos e Israel, contemplada también en la propia resolución de la ONU, sin embargo, Hezbolá ha mantenido hasta ahora que no depondrá sus armas hasta que Líbano cuente con un Gobierno y Ejército fuertes que puedan defender sus fronteras de Israel.
En la última semana, mediadores de la Liga Árabe lograron que Gobierno y Hezbolá se pusieran de acuerdo sobre las líneas directrices a seguir en la formación de un Gobierno de unidad nacional, sin embargo, ciertas diferencias entre ambos amenazan con avocar el acuerdo al fracaso.
Uno de los acuerdos se cerró en torno a la formación de un Gobierno de unidad nacional compuesto por 19 ministros afines a las políticas de Damasco, 10 de los partidarios anti-sirios y un último ministro neutral. Por su parte, la oposición propuso la elección a título personal de éste ministro independiente con el respaldo del Ejecutivo que daría el visto bueno a la nominación. En este sentido, Komati explicó que todavía no se ha llegado a un acuerdo sobre esta propuesta de la oposición.
Entre los puntos consensuados, lograron acordar la creación de un Comité independiente que estudie los detalles en torno a la creación de un Tribunal Internacional para juzgar a los responsables del asesinato del ex primer ministro libanés, Rafik Hariri. No obstante, mientras el Gobierno quiere que el Parlamento ratifique lo antes posible su creación, la oposición insiste en fomentar una discusión parlamentaria después de la formación del Ejecutivo unitario.
Asimismo, Komati explicó que la iniciativa del secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, que califica de "ni exitosa ni fallida", se compone de tres fases. La primera concierne a la creación de un Gobierno de unidad nacional y dicho Tribunal Internacional; la segunda aborda la elección de un nuevo presidente cuando acabe el actual mandato presidencial de Emile Lahoud el próximo año, mientras que la última fase implicaría la elaboración de una nueva ley electoral, algo que el Gobierno parece rechazar.
