NUEVA YORK, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
La milicia chií libanesa, Hezbolá, contra la que luchó Israel durante 34 días de guerra en Líbano este verano, empleó misiles tipo-81 122mm, de fabricación china, un tipo de bombas de fragmentación que también empleó Israel durante el conflicto y no han sido utilizadas en ningún otro conflicto mundial, según denunció hoy Human Rights Watch, que documentó dos ataques con misiles de fragmentación Tipo-81 el pasado 25 de julio en el barrio de Mghar en la ciudad de Galilea.
"Estamos muy preocupados por el descubrimiento de que no sólo Israel sino también Hezbolá empleó munición fragmentaria en sus cohetes durante el reciente conflicto, en un momento en el que muchos países están dando la espalda a este tipo de armamento precisamente por su impacto en los civiles", reconoció el director del Departamento de Armas de HRW, Steve Goose, e incidió en que "el uso de las bombas de fragmentación nunca está justificado en zonas pobladas por civiles porque son imprecisas y poco fiables".
Por el momento, no se conoce cómo o de quién obtuvo Hezbolá dicha munición fragmentaria de fabricación extranjera, y aunque la milicia chií libanesa empleara menor cantidad de estas armas que Israel, el descubrimiento de su empleo hace temer la transferencia y proliferación de este tipo de armamento entre grupos armados además de entre Estados. Cinco países (China, Egipto, Italia, Rusia y Eslovaquia) producen nueve tipo de cohetes de diámetro 122mm con sus submuniciones o lanzadores incorporadas, y al menos, dos países más, Sudán y los Emiratos Árabes Unidos, también cuentan con reservas.
Aunque HRW que ya alertó del uso de la munición fragmentaria por parte de Israel en Líbano, que la ONU cifró en 4 millones, de los que un millón permanecen aún sin explotar y actúan como auténticas minas explosivas que se han cobrado una media de tres vidas diarias desde que se firmó el alto el fuego el pasado 14 de agosto.
Cada uno de estos misiles de fragmentación Tipo-81 de 122mm empleados por Hezbolá incorporan submuniciones 39 Tipo-90 o MZD, cada una de las cuales dispara cientos de balas de acero mortales, de 3,5mm de diámetro.
Por su parte, la Policía israelí mostró a HRW pruebas físicas de cohetes de fragmentación Tipo-81 lanzadas en la ciudad de Karmiel, coincidentes con los encontrados en Mhgar y estimó en 113 el número de cohetes que manipularon y que fueron lanzados contra Israel durante la guerra. En el barrio de Mghar murió una persona y otras seis resultaron heridas víctimas de estas bombas fragmentarias, mientras que en Karmiel se registraron tres heridos, en Kiryat Motzkin dos heridos y en Nahariya uno.
Asimismo, en noviembre de 2006, durante la Conferencia de la Convención sobre Armas Convencionales se decidirá si la comunidad internacional comienza a trabajar en una nueva iniciativa, a nivel internacional, para abordar el problema de la munición fragmentaria.
