Líbano.- La oposición libanesa encabezada por Hezbolá anuncia marchas diarias hasta derrocar al Gobierno de Siniora

Actualizado: lunes, 8 enero 2007 19:27

BEIRUT, 8 Ene. (EP/AP) -

La oposición libanesa encabezada por Hezbolá prometió hoy que aumentará su campaña de protesta para derrocar al Gobierno del primer ministro, Fuad Siniora, con marchas diarias.

Los partidarios de la oposición llevan acampados en el centro de Beirut desde el 1 de diciembre en tiendas de campaña y cada día reúnen a miles de personas que corean consignas en contra del Gobierno a menos de 100 metros del edificio oficial en el que reside actualmente Siniora.

El líder druso, Talal Arslan, anunció las nuevas medidas en una rueda de prensa emitida en directo por las televisiones locales después de que los dirigentes opositores se reunieran en la residencia del dirigente aliado a Hezbolá Michel Aoun, en el barrio de Rabieh, en el norte de la capital.

Arslan dijo que la escalada será la continuación de la protesta separada prevista para mañana por los sindicatos libaneses contra la subida de los impuestos e instó a los partidarios de la oposición a unirse a los sindicatos.

"Después de eso, la oposición aumentará su propia campaña en la forma de marchas diarias y piquetes frente a todos los ministerios, los departamentos gubernamentales y las instalaciones públicas", Arslan dijo leyendo una declaración, indicando que la acción podría ampliarse al aeropuerto, el puerto y otros lugares públicos.

Siniora anunció la semana pasada la subida del IVA y otros impuestos en el marco de un paquete de reformas económicas que está previsto que se aplique en 2008. El primer ministro anunció este programa antes de la conferencia de donantes de París del 25 de enero en la que espera recaudar fondos para el país.

La oposición reclama la convocatoria de elecciones parlamentarias anticipadas sobre la base de que el gabinete de Siniora es inconstitucional y no plenamente representativo de todas las 18 sectas de Líbano, tras la dimisión de sus cinco miembros chiíes. Los cinco dimitieron, junto con un ministro aliado cristiano, después de que el Gobierno rechazara su demanda de poder de veto en el gabinete.