BEIRUT, 23 Abr. (EP/AP) -
Un soldado libanés fue abatido hoy durante un tiroteo protagonizado por hombres armados no identificados fuera del campo de refugiados palestinos de Nahr al Bared --donde residen 30.000 palestinos--, ubicado en la ciudad de Trípoli, en el norte de Líbano, según informó un oficial militar bajo anonimato.
Al parecer, según el testimonio del militar, el tiroteo se originó después de una disputa entre las tropas libanesas destacadas en un puesto de control fuera del campamento de refugiados y los familiares de una mujer que sufrió importantes heridas en el tiroteo y que murió más tarde en el hospital.
La ambulancia que trasladó a la mujer al hospital, residente en el campo de refugiados, fue retenida en el puesto de control del Ejército libanés debido a las medidas de seguridad que aplican a todo vehículo o individuo que franquee dicho puesto, establecido a raíz de los enfrentamientos entre facciones rivales palestinas (Fatá Islam y Fatá Levantamiento) del mes pasado que se saldaron con al menos cinco palestinos heridos.
Por su parte, el Ejército libanés identificó al soldado fallecido como Rabei Mustafa, aclarando que el mismo pereció poco después de ser disparado, según informó en un escueto comunicado.
No se conoce si los familiares de la mujer fallecida o los hombres armados --supuestamente milicianos palestinos-- abrieron fuego contra las tropas libanesas, aunque las autoridades de Líbano han ordenado la apertura de una investigación de los incidentes, al tiempo que se han arrestado a dos hombres libaneses y a un palestino para proceder a su interrogatorio como posibles sospechosos de estar implicados en el tiroteo, incidió el militar.
La situación en el campamento de Nahr al Bared se ha vuelto más tensa desde que en marzo anunciara el ministro del Interior libanés, Hassan Sabei, el arresto de cuatro miembros de Fatá Islam (grupo escindido de Fatá Levantamiento, otra facción palestina con sede en Damasco) de nacionalidad siria.
Según Sabei, los sirios detenidos confesaron ser los autores de los atentados con bomba el pasado 13 de febrero contra dos autobuses en el noreste de Beirut que mataron a tres personas e hirieron a otras 20. Tras su anuncio, el Ejército libanés implantó medidas de seguridad instalando puestos de control alrededor del campamento, al tiempo que impuso registros a la salida y entrada del campo de refugiados.
TIROTEO Y EXPLOSIÓN EN OTRO CAMPAMENTO
Por su parte, un taxista palestino resultó herido de gravedad tras ser disparado en otro campamento de refugiados palestinos, el de Ein el Hilweh, en el sur del país. En este mismo recinto se registró una explosión que no causó víctimas, según informaron las autoridades libanesas.
El taxista, Kayed Abdulá, fue asesinado por un hombre armado con una pistola que le disparó a bocajarro. El hombre, cuyas motivaciones se desconocen, huyó inmediatamente después. Abdulá fue trasladado a un hospital al que ingresó con pronóstico grave, pero los facultativos no pudieron hacer nada por salvar su vida.
En otro incidente distinto, las autoridades dieron cuenta de la explosión de una bomba que había sido colocada debajo de un coche en otra parte de este mismo campamento de refugiados, situado a las afueras de la ciudad portuaria de Sidón. Se baraja la posibilidad de que los autores de estos atentados sean extremistas islámicos.
Ein el Hilweh es el más grande de los doce campamentos de refugiados palestinos que hay en Líbano y es escenario frecuente de tiroteos entre grupos armados que se disputan el poder. En el campamento, situado al margen de las competencias de las autoridades libanesas, vive un número indeterminado de fugitivos.
