Líbano.- Las tropas españolas se desplegarán en la zona libanesa de Marjayun, situada en el sureste

Alonso advierte de que es una operación "de paz, difícil, complicada y de riesgos evidentes"

MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, pidió hoy en nombre del Ejecutivo autorización al Congreso de los Diputados para enviar soldados españoles al Líbano advirtiendo de que se trata de una operación "de paz, difícil, complicada y de riesgos evidentes" y anunciando que las tropas se desplegarán en la zona libanesa de Marjayun.

Alonso explicó que el contingente español tendrá un máximo de 1.100 efectivos que se desplegarán en el sureste del Líbano en dos fases. El coste económico mensual de la misión ascenderá a 20 millones de euros.

La Fuerza Interina de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) vigilará un territorio de 40 kilómetros en dirección norte-sur y 65 kilómetros en dirección este-oeste, es decir el tamaño "adecuado" para que operen dos brigadas internacionales. "Una al oeste donde está previsto que sea una brigada franco-italiana y otra al este con una brigada multinacional en la que España tendrá un papel de liderazgo consecuente con el número y la calidad de las fuerzas que aportamos", sintetizó.

"La zona en la que estaremos desplegados estará en la ciudad de Marjayun, donde los miembros de la misión de reconocimiento fueron muy bien recibidos por las autoridades locales", añadió el ministro.

Sobre la distribución de las dos zonas, los mandos militares del Ejército español ven "difícil calibrar una u otra como mejor o peor", ya que ambas tienen "ventajas e inconvenientes específicos". Pese a ello, Alonso aseveró que la misión es "coherente" y está "compensada".

El titular de Defensa se apoyó en las palabras del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general del Ejército Félix Sanz, quien subrayó que desde el punto de vista operativo, la división en dos zonas de control por parte de la FINUL está realizada "por buenos estrategas militares".

"Las dimensiones de la zona son adecuadas para el despliegue de una brigada de cuatro batallones. En cuanto a las comunicaciones, la red es precaria, pero mejora gracias a las tareas de reconstrucción de Naciones Unidas. A día de hoy, existen suficientes comunicaciones seguras, pero fuera de ellas es preciso extremar las medidas de seguridad. La logística no va a ser complicada porque, a pesar de todo, el Líbano es un país con cierta organización y es posible abastecerse en el área en muchos de los elementos que se necesitan", resumió Alonso.

RIESGOS DE LA MISIÓN

A continuación, abordó los riesgos de la misión haciendo hincapié en tres aspectos. Ante el riesgo de ataques de facciones o grupos incontrolados con algún medio semipesado, morteros o zapadores, los soldados irán "debidamente dotados".

"No podemos descartar el empleo por incontrolados de tácticas de tipo terrorista, por lo tanto nuestras tropas irán entregadas y protegidas y con medios para hacer frente a esta eventualidad y disuadir al agresor", apostilló. En segundo lugar, Alonso explicó que hay campos minados, "menos en la zona que vamos", y que la comisión militar de reconocimiento ha advertido de la presencia de restos de municiones no detonadas. Resulta, por ello, "imprescindible" la dotación de los apoyos necesarios en cuanto a la desactivación de explosivos.

En tercer lugar, constató que las condiciones higiénicas y sanitarias están "deterioradas" y las infraestructuras "dañadas" en estos momentos. "La operación es de paz, difícil, complicada y de riesgos evidentes por la precariedad de la situación en la zona y por la probabilidad de tener que hacer frente a las eventualidades", dejó claro a modo de resumen.

El ministro insistió en que los soldados españoles "irán con el material que precisen" y que disponen de "la instrucción y la capacidad operativa necesaria" para cumplir con éxito la misión. "Llevaremos soldados con una óptica preparación y dotados del mejor material del que disponemos para una misión de estas características. Esta es una cuestión que los responsables del Gobierno y de las Fuerzas Armadas tiene claro, igual que la necesidad de atender cualquier contingencia que pueda afectar a nuestros soldados", subrayó.

REGLAS DE ENFRENTAMIENTO, "CONFIDENCIALES"

En lo que se refiere a las reglas de enfrentamiento, dijo que están basadas en las resoluciones del Consejo de Seguridad número 435, 436 y 1701. "Naturalmente, contienen prohibiciones que impiden determinados actos y también autorizaciones para el empleo de la fuerza en circunstancias indicadas si se juzga necesario", explicó en primer lugar.

Alonso puntualizó que son "confidenciales", pero que sobre ellas podía decir "claramente" que permiten "la autodefensa como todas y además un uso apropiado y creíble de la fuerza" en casos concretos. "Las autoridades militares españolas las consideran adecuadas a la misión, a la legalidad nacional e internacional. Están suficientemente claras y detalladas, y son también robustas tanto para proporcionar un grado aceptable de seguridad a la fuerza como la necesaria libertad de acción para que ésta pueda cumplir su misión", señaló.

Asimismo, consideró que la envergadura de la FINUL, contando los 2.000 efectivos que ya había, alcanzará en los próximos meses los 12.500 soldados, según la última revisión de los especialistas. Por lo tanto, opinó que no será necesario llegar "en principio" al límite de 15.000 fijado en la resolución 1701 de la ONU y que se unirán a los 15.000 militares que desplegará el Gobierno libanés en el sur del país.

La misión va a consistir, según Alonso, en ayudar al Líbano a ejercer su autoridad en todo el territorio y apoyar a las Fuerzas Armadas libanesas en el establecimiento de la paz y la seguridad "con el fin de prevenir el resurgimiento de las hostilidades y creando de este modo las condiciones para una paz duradera".

Además, se trata facilitar la ayuda humanitaria y el regreso seguro de las personas desplazadas. "Lo resalto, la expresión de apoyar al Gobierno y a las Fuerzas Armadas libanesas es algo que se repite con insistencia, por lo que no debe ofrecer la menor duda. No vamos para asumir ninguna responsabilidad u obligación contraria a la iniciativa del Gobierno y las Fuerzas Armadas libanesas, ni tampoco para suplirles en lo que les corresponda", apuntó refiriéndose al pretendido desarme de la milicia chií de Hezbolá, a la que no mencionó en ningún momento.

DOS FASES EN EL DESPLIEGUE ESPAÑOL

El titular de Defensa explicó las dos fases que tendrá el despliegue español. La primera de ellas se prolongará hasta mediados de octubre. "Los dos sectores de batallón se transformarán en un primer momento en cinco que corresponderán a los dos de ahora y a tres batallones de Francia, Italia y España", indicó al hacer hincapié en que nuestro país tendrá una presencia "robusta de liderazgo" de una brigada.

Esta primera fase contará con un despliegue "de manera inmediata" un batallón de desembarco de Infantería de Marina de 490 efectivos, a los que se sumarían los elementos avanzados del Ejército de Tierra necesarios para preparar la infraestructura del segundo despliegue, es decir, otros 76 hombres.

A mediados de septiembre comenzará el despliegue del Ejército de Mando de la brigada multinacional liderada por España, debiendo este puesto de mando de estar en condiciones de ejercer su función a primeros de octubre. A primeros de noviembre, se habrá sustituido el batallón de Infantería de Marina por el batallón mecanizado integrado en la brigada multinacional, que también estará lista en esa fecha.

Además, España estará presente en "toda la cadena de mando", tanto en el Cuartel General de la FINUL como en el posible núcleo de dirección que se va a crear en la ONU. "En total, cuando nuestra fuerza esté totalmente desplegada, el número de efectivos rondará, nunca sobrepasará, los 1.100 indicados como límite máximo", insistió.