HONG KONG, 21 Oct. (Reuters/EP) -
La jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, se ha disculpado este lunes en nombre de las autoridades por la utilización de un cañón de agua tintada por parte de la Policía junto a una mezquita, en el marco de las operaciones de represión llevadas a cabo del domingo de noche contra las incesantes protestas.
La Policía utilizó gases lacrimógenos y agua teñida de azul para dispersar a un grupo de manifestantes concentrados en la zona de Kowloon. El chorro alcanzó la puerta principal de una de las principales mezquitas de Hong Kong y los efectos aún eran visibles este lunes.
Lam ha acudido a la mezquita con la cabeza cubierta, como simbólico gesto de disculpa por este incidente, y ha agradecido los llamamientos de la comunidad islámica local a la calma durante las protestas. La Policía también ha explicado que todo fue un accidente y se ha comprometido a "proteger todos los lugares de rezo".
El principal imán, Muhamad Arshad, ha "aceptado" la disculpa de la dirigente y ha apuntado que los musulmanes confían en poder siguiendo en paz. "Es solo un error", ha afirmado uno de los fieles de la mezquita, Mohammed Assan, quien ha agradecido los mensajes tanto del Gobierno como de los manifestantes.
