BUCAREST, 22 Ago. (Reuters/EP) -
La protesta antigubernamental que dejó cientos de heridos hace unos días en Rumanía fue un intento fallido de derrocar al Gobierno alentado por el presidente, ha sostenido el líder del gobernante Partido Socialdemócrata, Liviu Dragnea.
Unos 100.000 manifestantes, en su mayoría pacíficos, se congregaron contra el Gobierno rumano el pasado 10 de agosto en Bucarest. Agentes antidisturbios usaron un cañón de agua y gases lacrimógenos contra la multitud, lo que provocó que más de 450 personas necesitaran asistencia médica y decenas tuvieran que ser trasladadas al hospital.
Algunos manifestantes lanzaron botellas y piedras contra los antidisturbios pero la mayoría de las imágenes tomadas durante la protesta muestran a los agentes golpeando a manifestantes pacíficos con las manos en alto.
"Yo vi un golpe de estado fallido", ha sostenido Dragnea en declaraciones a la cadena privada Antena 3 este martes por la noche, en la que es su primera aparición pública desde los hechos.
Dragnea tiene un férreo control sobre el partido gobernante pero no puede ser primer ministro por una condena previa. El pasado junio, el Tribunal Supremo le condenó a tres años y medio de cárcel por incitar a otros a abusar de su cargo, cargos que él niega y ya ha apelado.
El presidente del país, el centrista Klaus Iohannis, condenó el uso desproporcionado de la fuerza por la Policía pero Dragnea ha considerado que las críticas perjudicaron a los policías e incitaron a los manifestantes a la violencia.
En este sentido, ha dicho que le gustaría iniciar un proceso de destitución contra Iohannis, siempre y cuando contara con el apoyo de su socio de coalición, ALDE.
Más de 380 personas y grupos de defensa de los Derechos Humanos han presentado denuncias contra los agentes antidisturbios desde que la protesta, y los fiscales han informado de que se han abierto 22 casos.
Las protestas antigubernamentales se han sucedido desde que los socialdemócratas se hicieron con el poder el año pasado y hayan intentado repetidamente debilitar la legislación anticorrupción. El martes, Dragnea ha acusado empresas multinacionales y bancos de financiar y alentar las protestas.
