Un líder talibán tiende la mano al Gobierno para negociar una solución pacífica al conflicto en Afganistán

Actualizado: miércoles, 15 abril 2009 6:01


LONDRES, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

A escasos meses de que llegue el verano y con él los previsibles enfrentamientos en la provincia afgana de Helmand, un líder talibán dijo ayer que es el momento de apostar por la paz y abandonar las armas en el país centroasiático donde la violencia ha alcanzado recientemente su punto álgido.

El comandante de la provincia de Helmand, donde se están enfrentando las tropas norteamericanas y británicas contra los milicianos talibán, declaró en una entrevista al diario 'The Times' concertada por intermediarios tribales, que "todos (insurgentes y autoridades locales) queremos la paz". De estos últimos añadió que están buscando "desesperadamente" una vía para escapar de una guerra que parece que no tiene final.

El líder talibán, identificado con el nombre falso de Mulá Mansoor, manifestó que el objetivo ahora es buscar una solución pacífica al conflicto, aunque es consciente de que estas declaraciones le pueden costar la vida, ya que el grupo tribal al que pertenece nunca se ha decantado por las negociaciones con sus adversarios sino que es más propio de su proceder recurrir a emboscadas y a atentados suicidas como forma de manifestarse.

"La población local no quiere la presencia ni de los talibán ni de las fuerzas occidentales (...) nos han dicho que luchemos en el desierto o en las montañas si queremos ir al cielo, pero que no lo hagamos en sus casas", reconoció Mansoor. "Mi deseo es simplemente alcanzar la paz y seguridad en mi zona", agregó.

MOMENTOS DIFÍCILES

Es difícil que su objetivo se haga realidad en momentos en los que los talibán dominan parte del sur del país. No obstante, hay señales de que la insurgencia está sufriendo un tumor interno que ha nacido del rechazo mostrado por las comunidades locales de la zona donde operan, y que piden el cese de las hostilidades que sólo el año pasado se llevaron por delante la vida de más de 2.000 civiles afganos.

Por su parte, un tribal anciano cercano a Mansoor añadió que cerca de diez aldeas estarían dispuestos a apoyarles en caso de que iniciasen un diálogo con el Gobierno afgano. "El resto de los talibán nos van a atacar pero nosotros tenemos a mucha gente detrás y muchas armas", dijo Mansoor al diario británico.

La violencia ha vuelto alcanzar su punto más alto en Afganistán desde que las fuerzas norteamericanas y sus aliados afganos derrocaron al régimen talibán en 2001.