RANGÚN, 19 Ene. (Reuters/EP) -
Líderes rohingya que aseguran que representan a 40 localidades del estado birmano de Rajine han presentado una lista de condiciones, incluida la exigencia de la concesión de la ciudadanía birmana, y han supeditado el regreso a Birmania de los cientos de miles de miembros de esta comunidad musulmana llegados desde agosto de 2017 al cumplimiento de dichas condiciones.
La lista de condiciones es una muestra más de los desafíos que afrontan las autoridades de Bangladesh y de Birmania para poder realizar el proceso de repatriación de los más de 600.000 rohingyas que se han refugiado en territorio bangladeshí desde finales de agosto.
Media docena de líderes rohingyas que aseguran que representan a 40 localidades del estado birmano de Rajine han elaborado una listad e condiciones que han mostrado a un reportero de Reuters en el campamento de refugiados de Kutupalong, que acoge a la mayoría de los 655.500 rohingyas llegados desde agosto a Bangladesh.
La lista, escrita en birmano, señala que ningún rohingya regresará a territorio birmano si sus condiciones no se cumplen. El documento, que todavía no se ha finalizado, exige al Gobierno birmano que anuncie públicamente que dará a los rohingyas la ciudadanía y que incluirá a esta comunidad entre los grupos étnicos reconocidos por la legislación birmana. Además, exige que los terrenos y las viviendas de los rohingyas que se han ido a Bangladesh les sean devueltos y que se reconstruyan sus inmuebles, sus mezquitas y sus escuelas.
La lista también contempla que las Fuerzas Armadas birmanas tengan que rendir cuenta por las muertes de rohingyas, los saqueos y las violaciones y que sean liberados los "rohingyas inocentes" detenidos en el marco de las operaciones contra la insurgencia.
El documento elaborado por los líderes rohingyas exige al Gobierno de Birmania que deje de catalogar a personas de esta comunidad publicando sus fotos con la etiqueta de "terroristas" en las medios estatales y las páginas de Facebook del Gobierno.
Los periódicos estatales de Birmania publicaron esta semana un suplemente en el que aparecen las identidades y las fotografías de los supuestros miembros del Ejército de Salvación Arakan Rohingya (ARSA), el grupo de milicianos que atacó varios puestos de las fuerzas de seguridad el 25 de agosto, lo que propició la operación de respuesta de las Fuerzas Armadas birmanas.
Naciones Unidas ha condenado la campaña militar birmana en el estado de Rajine y ha asegurado que se trata de una operación de "limpieza étnica de manual" contra los rohingyas, a los que el Gobierno birmano no reconoce como ciudadanos birmanos porque el grupo no está contemplado como tal en la Constitución.
La semana pasada, las Fuerzas Armadas birmanas afirmaron que sus soldados habían matado a diez "terroristas" musulmanes que habían detenido durante varios ataques insurgentes en septiembre, después de que los residentes de localidades de mayoría budista obligaran a los arrestados a meterse en las fosas que habían excavado.
En un comunicado, el Ejército de Salvación Arakan Rohingya denunció que los diez fallecidos era "civiles inocentes" y que no forman parte del grupo de milicianos.
Los líderes rohingyas han contado a Reuters que todavía están finalizando su lista de exigencias antes de entregársela a las autoridades de Bangladesh y a las organizaciones humanitarias que gestionan los campos de refugiados.
En este sentido, han dicho que los líderes de las 40 localidades rohingyas de Rajine han estado discutiendo en el campamento de refugiados las condiciones que han plasmado en el documento, que no ha podido ser verificado de manera independiente.
Los Gobiernos de Bangladesh y Birmania acordaron esta semana completar el proceso de retorno de los refugiados rohingya en los próximos dos años, comenzando con los traslados el martes. A pesar de que se está preparando el proceso, el flujo de rohingyas hacia Bangladesh continúa.
Desde el miércoles, más de 100 rohingyas han llegado a Bangladesh desde el país vecino y varias decenas más están a la espera de cruzar el río Naf, que marca al frontera, según han contado a Reuters varios desplazados que acaban de llegar.
