Lieberman propone ofrecer incentivos económicos a los árabe-israelíes para que se trasladen a Palestina

Avigdor Lieberman
Reuters
Actualizado: jueves, 4 diciembre 2014 10:27

JERUSALÉN, 28 Nov. (Reuters/EP) -

El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, ha propuesto este viernes que se ofrezca a los ciudadanos árabe-israelíes incentivos financieros para que abandonen el país y se instalen en el futuro Estado palestino.

Lieberman, cuyo partido ultranacionalista forma parte de la coalición del primer ministro Benjamin Netanyahu, había hablado previamente sobre redibujar las fronteras y pero no sobre usar incentivos para animar a los árabes a asentarse en un Estado palestino.

Sus propuestas están incluidas en la forma de un manifiesto, presentado en medio de las expectativas crecientes de que Israel podría celebrar elecciones anticipadas en los próximos meses ante la división en la coalición gobernante. Las elecciones no deberían celebrarse hasta 2017.

Lieberman, una de las voces más estridentes a favor de la separación de judíos y árabes, ha dicho que los palestinos que viven en Jaffa y Acre, dos ciudades mixtas en la costa mediterránea lejos de Cisjordania, se les debería animar a trasladarse si quieren.

"Aquellos (árabe-isralíes) que deciden que su identidad es palestina serán capaces de perder su nacionalidad israelí y trasladarse y convertirse en ciudadanos del futuro Estado palestino", escribe en el manifiesto, titulado 'Nadando contra la corriente', publicado en su perfil de Facebook y en la web de su partido. "Israel debería incluso animarles a hacerlo con un sistema de incentivos económicos", ha considerado.

La última ronda de negociaciones entre Israel y los palestinos, que quieren establecer un estado en Cisjordania y la Franja de Gaza con Jerusalén Este como su capital, fracasó en abril.

Lieberman ya había defendido en el pasado que los árabe-israelíes, que representan a alrededor del 20 por ciento de los 8 millones de ciudadanos del país, que hagan un juramento de lealtad si quieren permanecer en Israel, una medida que Netanyahu criticó en su momento.

Pero el primer ministro respalda ahora una controvertida ley que definiría a Israel como un estado judío y daría ciertos derechos a los judíos. Sus detractores afirman que discriminaría a los árabe-israelíes y pondría la religión y la etnia por encima de la democracia.

Un sondeo realizado en 2010 después de que Lieberman se dirigiera a Naciones Unidas y fijara planes para que se tratazan de nuevo las fronteras de un futuro Estado palestino para incluir en Israel a las localidades árabes mostró que el 58 por ciento de los árabe-israelíes se oponían a la idea.

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